Guatemala
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Playas de Honduras reciben menos basura del Motagua, pero pobladores piden soluciones integrales

Cada vez que llueve fuerte los habitantes de Omoa, municipio de Cortés, Honduras, temen que días u horas después, las correntadas de basura del río Motagua inunden sus costas. Un 60 por ciento de la población de este lugar vive del turismo, en restaurantes, empresas de transporte u hoteles.

El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala (Marn) ha resaltado el trabajo que hacen las biobardas de El Quetzalito, que se encuentra a pocos kilómetros de la desembocadura del Motagua, y otra que la organización Ocean Cleanup instaló en Chinautla, sobre el río Las Vacas, que desemboca en el primero. Ambas han evitado que toneladas de desechos sólidos lleguen al mar Caribe.

Esta basura es arrastrada a lo largo de los 486 kilómetros que el río recoge en los 95 municipios de 14 departamentos, desde que nace en las montañas de Quiché. Sin embargo, sectores en Omoa creen que las biobardas solo son un paliativo y demandan que el problema se soluciones desde su origen.

Empresarios hondureños confirman que este año la cantidad de residuos que han llegado a las playas del Caribe de ese país ha disminuido. No obstante, esta merma puede obedecer a que este año el invierno no ha sido tan lluvioso en Guatemala, aseguran. El Insivumeh reporta una baja de las precipitaciones en 40 de sus 46 estaciones meteorológicas a nivel nacional.

Biobarda se avería

Maribel Umaña, presidenta de la Cámara de Comercio de Omoa, indicó que los desechos continúan llegando a las costas hondureñas, aunque no en la cantidad de otros años; sin embargo, a inicios de agosto la biobarda de El Quetzalito se averió lo que provocó que toneladas de basura llegaran las playas hondureñas.

En su oportunidad el Marn negó que la biobarda haya colapsado. Umaña proporcionó fotografías y videos donde se ve las costas contaminadas con gran cantidad de residuos.

La empresaria afirma que las biobardas son solo un paliativo para la contaminación del Caribe, y que la verdadera solución es controlar la basura desde su origen, producir menos o tratarla de mejor manera.

“El problema persiste”, enfatiza Umaña. “Los residuos pequeños siguen afectando la fauna todo eso no se mide porque no se mira, pero el daño es grande y las consecuencias van a venir”, advirtió.

Las playas se inundaron

El alcalde de Omoa, Rafael Alvarado, dijo que a su parecer el problema sigue igual, y que si este año no ha llegado la misma cantidad de residuos sólidos es porque no ha llovido mucho en Guatemala. Coincidió en que, en agosto, al averiarse al biobarda de El Quetzalito las playas estaban “inundadas” de basura.

De acuerdo con Alvarado, el impacto económico y ambiental sigue siendo “muy fuerte” debido al río Motagua, ya que Omoa cuenta con más de 70 kilómetros de playa y el presupuesto no le alcanza a la comuna para limpiar toda esa extensión. Solo para limpiar los lugares turísticos se gastan más de 100 mil lempiras al mes —unos Q32 mil—, dijo.

Por su lado, Andres Ehrler, vicepresidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras, explicó que la contaminación que llega del afluente afecta, no solo a Omoa, sino a todo el litoral atlántico de su país, así como a Belice y a la propia Guatemala.

A su consideración, uno de los problemas es que no se le da mantenimiento a las biobardas, por lo cual, cuando llueve mucho estas ceden “y una gran cantidad de basura termina llegando” a las costas hondureñas.

“Ustedes pueden tener cualquier cantidad de biobardas, pero cuando llega una tormenta no hay biobarda que aguante”, manifestó.

Exigen acciones

Los entrevistados coincidieron en que es momento de pasar de las palabras a la acción.

“Sabemos que hay diálogo a través de la Cancillería, pero creemos que ha sido demasiado tiempo ya el que se han tomado sin tener resultados concretos. Se requieren acciones inmediatas”, señaló Ehrler, quien agrega que la clave está en controlar los depósitos de basura en Guatemala y los basureros clandestinos para evitar que los desechos lleguen a los ríos.

Alvarado lamentó que con las actuales autoridades de Guatemala “no se pudo llegar a un arreglo” y señaló que las reuniones fueron “solo para tomar café”.

“Creo que el Gobierno de Honduras, lo que está esperando, es el cambio de Gobierno —en Guatemala—, no hay mayor información —de los avances del diálogo— porque se espera que pongan a un nuevo ministro de Ambiente” en 2024, expuso.

En agosto pasado la biobarda de El Quetzalito fue a parar hasta Omoa, según empresarios del lugar. El Marn lo negó. (Foto Maribel de Umaña)

Daño ambiental

Ehrler precisó que en el mar Caribe se han formado islas de plástico que se meten dentro de los arrecifes coralinos e impiden que les llegue la luz del sol, lo que causa un daño a Honduras y a todo el mundo. Citó estudios, según los cuales, el Motagua vierte el 5% del total de plástico que llega a los océanos.

“Las autoridades ya deben dejar de seguir platicando y ponerse a trabajar. No podemos seguir teniendo reuniones en las cuales solo dicen que el problema existe, pero sin una acción concreta”, acotó. “El estado de Guatemala tiene una obligación ante el mundo, no solo ante sus ciudadanos ni ante sus vecinos”, concluyó.

Qué dice el Marn

Recientemente el ministro de Ambiente, Gerson Barrios, resaltó el trabajo que se ha hecho para reducir la contaminación del río Motagua y destacó el papel que han jugado las biobardas, que este año han logrado captar el doble de residuos.

“Hemos demostrado con acciones que podemos trabajar en una solución conjunta”, afirmó el funcionario durante la firma de un convenio firmado con diversas instituciones para preservar, recuperar y conservar la cuenta del Motagua el pasado 26 de septiembre.

Entre otras acciones que ha efectuado el Marn, citó la promoción que se hace con todas las comunas del Reglamento para el manejo de residuos sólidos y aseguró que están por terminar una gira que los llevará a los 340 municipios.

Es muy fácil criticar y decir que no se ha hecho nada por el Motagua. Existen problemas serios, pero creemos que a través de la participación conjunta y organizada podremos ponernos del lado de la solución y no del problema”, puntualizó Barrios.

Acumulación de basura en la costas de Omoa a inicios de agosto cuando colapsó la biobarda de El Quetzalito. (Foto Prensa Libre: Maribel de Umaña)