Guatemala
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Unicef y OIM llaman a fortalecer ayuda humanitaria en favor de migrantes varados en Esquipulas

Dificultades económicas, altos niveles de inseguridad y escasa oportunidad de empleo son los motivos principales por los que miles de migrantes han llegado de manera irregular a Esquipulas, Chiquimula, con la intención de continuar su recorrido hacia Estados Unidos. La ciudad hoy está desbordada y con limitada capacidad para dar asistencia humanitaria a las personas en tránsito, en donde los niños son los más vulnerables.

Stéphanie Daviot, representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y Manuel Rodriguez Pumarol, representante de UNICEF en Guatemala, ven con preocupación esta crisis migratoria que va en escalada y llaman a dar una respuesta inmediata de apoyo a los grupos varados en esta ciudad fronteriza con Honduras.

¿Qué está sucediendo en Esquipulas? 

SD: Lo que está pasando es la consecuencia del aumento del flujo migratorio en toda la región. Según las autoridades de Panamá, de enero a septiembre de 2023 son 400 mil personas las que pasaron por el tapón del Darién, que tratan de ir a Estados Unidos y muchos transitan por Guatemala.

Entre abril y agosto registramos más de 100 mil personas transitando por Esquipulas. Lo que nos preocupa es que el 18% eran niños y niñas.

MRP: Durante junio y julio 2023 vimos un aumento de casi un 200% en comparación con el inicio del año.

Al aumentar este flujo de migrantes los servicios básicos que se ofrecen en la frontera Guatemala-Honduras, específicamente en Esquipulas, han llegado al máximo. Del total de mujeres migrantes que contabilizamos el 70% va acompañada de niños o niñas, lo que representa un riesgo en término de protección. Hay un aumento de casos de enfermedades respiratorias agudas, de diarreas, de deshidratación y quemaduras solares.

Parte de las respuestas que como UNICEF y OIM hemos proporcionado es desplazar cinco unidades móviles para proveer apoyo psicosocial a niños y niñas, así como servicios de atención primaria, pero, no es su suficiente.

¿Cuál es la nacionalidad de los migrantes que transitan por Esquipulas?

SD: El 54% son venezolanos, seguido de hondureños, pero estamos viendo un fenómeno preocupante, está incrementando el número de haitianos y ecuatorianos, también de migrantes extracontinentales, están llegando de China y de África del Oeste.

Sus rutas de ingreso cambian en función de las políticas que imponen los países, de los coyotes, del clima. La realidad es que muchos pasan por el tapón del Darién, una ruta con muchos riesgos.

¿Les preocupa que este movimiento humano vaya en incremento?

MRP: Nuestra preocupación es que cuando proyectamos qué pasaría en las próximas semanas, nuestra estimación es que la cantidad de migrantes seguirá aumentando. De hecho, el presidente de Costa Rica declaró el país en estado de emergencia producto de estas caravanas migratorias, que en una semana estarán en Guatemala.

Por otro lado, en la frontera Guatemala-México se ha recrudecido la situación por el tema de los cárteles, y muchos de los migrantes están retornando momentáneamente a Guatemala en tanto se estabilizan las cosas en México, otros tienen miedo de cruzar hasta que esto se normalice.

El llamado es a una acción humanitaria conjunta con autoridades locales, la comunidad internacional, nosotros como Agencia de Naciones Unidas, para proveer apoyo a estos grupos migrantes por un tema humanitario, de Derechos Humanos.

SD: Según datos de Panamá, en agosto pasaron 82 mil personas por el tapón del Darién y las autoridades dicen que el número incrementará.

MRP: Esas 82 mil personas vienen hacia el norte y se le van sumando de los países en el trayecto -Nicaragua, El Salvador y Honduras-, y van a cruzar por Guatemala.

¿Cuántos niños migrantes han pasado por Esquipulas?

MRP: A partir de los datos que hemos atendimos, entre el 10 y 14 de septiembre, a 2 mil 175 personas, de ellos 575 eran niños, niñas o adolescentes. Es tres veces el volumen regular que manejamos a través de las unidades móviles. Es un ejemplo de cómo se hace crítica la situación, y vemos que aumentan las necesidades de agua potable, medicamentos, no solo para atender a los niños, pues hay adultos con enfermedades crónicas y hay que tratarlas.

SD: El 88% de las personas necesitan hospedaje, la Casa del Migrante que es el único lugar donde la gente se puede quedar está en su capacidad máxima.

Más del 80% necesitan alimentos, porque la mayoría de la gente que empezó su viaje desde Colombia, desde Panamá, ya agotó sus recursos al llegar a Guatemala y tiene poco dinero para satisfacer sus necesidades básicas.

Hay que señalar los abusos que sufren estas personas, las extorsiones de las que son víctimas. El 37% de las mujeres han sufrido algún tipo de abuso.

¿Cuáles son los riesgos a los que se enfrentan los niños en este recorrido?

MRP: Los niños, niñas, adolescentes son los más vulnerables, desde el impacto físico por el esfuerzo que hacen al caminar un largo trayecto, así como el efecto psicológico al vivir y presenciar atrocidades, como muertes y violaciones.

Hay un aumento de enfermedades producto de estar a la intemperie, de la deshidratación, de la ingesta de alimentos en malas condiciones.

El otro aspecto es el impacto en la vida futura. Entendemos que las familias buscan mejores condiciones y por eso migra, pero esa ruptura del niño de su entorno natural y vivir este trayecto para luego adentrarse a un entorno desconocido, sea cual sea el país al que llegue, tiene un efecto en su desarrollo.

¿Cuál debe ser la respuesta de los países para atender esta crisis humanitaria?

MRP: El problema migratorio en el caso específico de América Central es responsabilidad de todos, me refiero a los Estados de la región, a nosotros como Agencia de Naciones Unidas, así como a la comunidad internacional que apoya técnica y financieramente la ayuda humanitaria.

Hay varias vertientes, primero, reconocemos el derecho que tiene cada país de establecer normas para regular el proceso migratorio, y como agencia de Naciones Unidas abogamos porque se establezcan mecanismos para una migración regulada. También hay una condición humana de necesidades que debemos satisfacer.

Las autoridades locales (en Esquipulas) han hecho un esfuerzo para tratar de suplir la demanda de servicios – de salud, de protección-, pero ya sobrepasa sus capacidades y el fenómeno está llegando a un punto en donde está comenzando a generar cierto malestar en la población local.

Entendemos que la migración es un derecho que tiene todo ser humano, pero abogamos por el proceso regulado de migración.

SD: Es importante dar asistencia a los migrantes en tránsito, pero la migración se debe abordar en distintos aspectos, pues la mayor parte de las personas viaja por razones económicas. Entonces, lo primero es trabajar sobre las causas estructurales de la migración, cómo podemos mejorar las condiciones económicas para que la gente no tenga que irse.

Otro punto importante en el que OIM está trabajando es abrir las vías legales de migración, la gente se va porque no hay otras opciones, pero sabemos que en Estados Unidos y Canadá hay demanda de mano de obra. Estamos viendo cómo trabajar con los Gobiernos de la zona para abrir estas vías legales, y así la gente puede irse de forma regular y no enfrentarse a todos los riesgos de viajar de manera irregular.