La huelga automotriz en Estados Unidos y el paro en algunas de las principales plantas de General Motors, Stellantis y Ford Motor, podría convertirse en una ventaja para México.
Lo anterior toma una mayor claridad luego de que el pasado lunes el United Auto Workers (UAW) declarara la huelga en la planta de Stellantis en Sterling Heights, Michigan, la única en EU donde produce la Ram 1500 y que es una de las más rentables.
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El lunes se sumaron al paro laboral 6 mil 800 trabajadores de dicha planta, lo podría detonar planes de mudar la producción de la pick up Ram 1500 a México, donde ya es producida por Stellantis en su complejo ubicado en Saltillo, Coahuila.
Analistas del sector automotor en Estados Unidos estimaron que la huelga en la planta de ensamble de Stellantis en Michigan podría generar pérdidas de hasta 200 millones de dólares a la semana, debido a que representa el 16% de la producción norteamericana de la empresa.
El anuncio del UAW generó “la indignación” de directivos de la automotriz, quienes previo a la huelga ya habían sondeado con el sindicato (como lo admitió el vicepresidente del UAW, Rich Boyer) la intención de que la compañía traslade la manufactura de la Ram 1500 a México y, en cambio, producir una camioneta Ram totalmente eléctrica en Sterling Heights.
La huelga comenzó el 15 de septiembre con un paro contra tres plantas de ensamblaje en Michigan, Missouri y Ohio. Desde entonces ha crecido hasta incluir ocho plantas de ensamblaje (con la que se unió el martes, de GM en Arlington, Texas) y 38 centros de distribución de repuestos en 22 estados.
Con información de medios
