El padre del joven de 23 años asesinado en el barrio San Pablo clamó por justicia y un castigo ejemplar para el presunto responsable Gregorio “Papo” Morales.

Visiblemente sentido don Robert Marín clamó por justicia para su hijo, quien fue asesinado el pasado domingo en el barrio San Pablo, solicitando un castigo ejemplar para el supuesto autor Gregorio “Papo” Morales.
Asegura que su hijo era un chico de bien con una vida por delante y una proyección universitaria. “Su perdida dejó destruida a toda la familia”, aseguró.
Negó categóricamente que su hijo se encontraba comercializando drogas y cree que su hijo fue emboscado.
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