
La Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó este jueves la condena a cinco años y 10 meses de cárcel por cohecho pasivo y otros delitos recibida en 2018 por Amado Boudou, vicepresidente del país entre 2011 y 2015, en el segundo mandato presidencial de Cristina Fernández.
Fuente: EFE
El exvicepresidente se encuentra en prisión domiciliaria desde abril pasado, cuando el Tribunal Oral Federal 4 (TOF4) de Buenos Aires decidió concederle ese beneficio porque la condena aún no era firme, y, tras el fallo difundido este jueves por el Supremo, aún no se ha ordenado el retorno a una cárcel común.
El 7 de agosto de 2018, el TOF4 había considerado al exfuncionario culpable de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles de la función pública por la compra irregular de la imprenta de dinero Ciccone, en tiempos en que era ministro de Economía (2009-2011), también con Cristina Fernández como presidenta.
Tras más de cuatro meses en prisión, el 11 de diciembre el mismo tribunal aceptó el pedido de excarcelación que había presentado la defensa -a la espera de una condena firme- y recuperó su libertad, monitoreada con una tobillera electrónica, una vez que se acreditó el pago de una fianza.
Pero en febrero de 2019 volvió a prisión, al ver la Cámara Federal de Casación Penal "riesgos procesales" en su libertad y considerar las "obligaciones asumidas por el Estado argentino" de sancionar "debidamente" los hechos de corrupción
La sentencia fue recurrida por la defensa de Boudou -sobre quien pesan otras causas judiciales- y estaba todavía pendiente de revisión por parte de la Corte Suprema, que hoy decidió rechazar ese recurso extraordinario, por lo que ya no quedan más instancias de apelación.
LA INVESTIGACIÓN
La Justicia considera que Boudou, junto a su socio José María Núñez Carmona, adquirió la empresa quebrada Ciccone Calcográfica - después denominada Compañía Sudamericana de Valores- cuando el primero era ministro, con el fin de imprimir billetes y documentación oficial.
En 2010, un juzgado declaró la quiebra de la imprenta por deudas en concepto de impuestos, pero la Justicia levantó esa quiebra poco después, a solicitud de la propia empresa, tras haber negociado un plan de pagos con el Fisco, y quedó en manos de la sociedad The Old Fund de Alejandro Vandenbroele, considerado testaferro de Boudou.
Según el expediente, Boudou se aprovechó de su cargo y acordó junto a Núñez Carmona con los dueños de la imprenta la cesión del 70 % de la firma a cambio de la realización de los actos necesarios para que esta pudiera volver a operar y firmar contratos con la Administración.
La Justicia acusó al exvicepresidente de implicarse de forma directa en el trámite de un plan de pagos al Fisco y de intervenir para que se levantara la quiebra de la empresa y obtener así el certificado fiscal para firmar contratos con el Estado.
Los expresidentes de Estados Unidos Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton expresaron su voluntad de vacunarse públicamente contra el COVID-19 para animar a sus conciudadanos a hacer lo propio.
Fuente: AFP
Obama, de 59 años, dijo que tiene "total confianza" en las autoridades sanitarias del país, incluido el inmunólogo Anthony Fauci, una figura científica muy respetada en Estados Unidos.
"Si Anthony Fauci me dice que esta vacuna es segura y puede inmunizar contra el covid, definitivamente la tomaré", dijo en una entrevista de radio en SiriusXM, cuyos extractos fueron compartidos el miércoles en YouTube.
"Les prometo que cuando (la vacunación) se haga para personas que corren menos riesgos, la tomaré. Puede que termine haciéndolo en la televisión o que lo filmen, sólo para que la gente sepa que confío en esta ciencia", explicó.
Un representante de George W. Bush dijo más tarde a la cadena CNN que el expresidente republicano de 74 años también estaba dispuesto a promover las vacunas, administrándose la dosis "ante las cámaras".
Y el portavoz de Bill Clinton, Ángel Ureña, dijo asimismo a CNN que el expresidente demócrata, también de 74 años, sería vacunado públicamente "si eso anima a todos los estadounidenses a hacer lo propio".
Un total de 600 litros de insumos que se utilizarán para preparar un millón de dosis de la "Coronavac", la vacuna creada por el laboratorio chino Sinovac, llegaron este jueves a la ciudad brasileña de Sao Paulo, que espera poder comenzar a inmunizar a la población a partir de enero.
Fuente: EFE
El lote se suma a las 120.000 dosis listas recibidas hace dos semanas. En total serán 46 millones de dosis adquiridas por el gobierno de Sao Paulo para atender a toda la población de esa región -la más afectada en números absolutos por la pandemia- y que terminarán de llegar en las próximas dos semanas.
La vacuna china, cuya producción y aplicación estará coordinada por el Instituto Butantan, el principal centro referente inmunológico de Brasil, aterrizó esta madrugada en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, en la región metropolitana de Sao Paulo, proveniente de un avión que despegó desde Pekín e hizo escala en Zurich, Suiza.
Antes de comenzar su fabricación en el Instituto, los insumos de la Coronavac se someterán a pruebas que evaluarán y validarán la calidad del producto y el proceso de producción.
Pero la vacuna china solo estará disponible para la población brasileña cuando sea verificada su efectividad, lo que debe ocurrir tras la conclusión de la tercera fase de los estudios clínicos, cuyos resultados serán divulgados próximamente, y la posterior aprobación por parte de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador).
En ese sentido, Joao Doria afirmó en una rueda de prensa que la Gobernación paulista está cumpliendo "rigurosamente" el cronograma previsto para el desarrollo de la vacuna y aseguró que la inmunización en el estado de Sao Paulo tendrá inicio ya en enero.
"Observando rigurosamente la ley, cumpliendo el protocolo con la Anvisa y obedeciendo los principios de protección de la vida, vamos a iniciar la inmunización de los brasileños de Sao Paulo en enero", destacó.
Doria, un desafecto político del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, igualmente criticó el plan preliminar de inmunización presentado por el Gobierno central esta semana, según el cual el comienzo de la vacunación a nivel nacional estaría prevista para marzo de 2021.
"Es sorprendente esa indiferencia, ese distanciamiento, esa falta de compasión con la vida de los brasileños", espetó Doria, al indagar si "los miembros del Gobierno" no "registran el hecho de que hay más de 500 brasileños que mueren todos los días de covid-19 en Brasil".
En medio a las disputas políticas en torno a la Coronavac, el gobernador paulista reiteró que espera que el Ministerio de la Salud tenga "juicio" y cierre un acuerdo para que la vacuna producida por el Butantan igualmente sea distribuida y utilizada en otras regiones de Brasil.
"Si el Ministerio de Salud tiene juicio, competencia y la visión de que la vacuna debe ser para todos los brasileños, podrá ofrecer también a otros estados la Coronavac para inmunizar los brasileños", señaló el gobernador, al cuestionar el porqué de "iniciar una inmunización en marzo si podemos hacerlo ya en el mes de enero".
La Coronavac está en la etapa final de ensayos clínicos en humanos en Brasil y los resultados de efectividad deberán ser anunciados hasta el próximo día 15 de diciembre, según explicó el director del Butantan, Dimas Covas, en la rueda.
"Estamos en una carrera para su introducción lo más rápido posible para salvar el mayor número de vidas" y "necesitamos un programa de vacunación ágil capaz de disponer esas vacunas muy rápidamente", subrayó.
El estudio incluirá a 3.000 adolescentes, de los cuales la mitad recibirá dos inyecciones de la vacuna con cuatro semanas de diferencia y la otra mitad placebo.
Fuente: ABC.es
La compañía Moderna comenzará a evaluar la eficacia y seguridad de su vacuna contra el COVID-19 en adolescentes de 12 a 17 años, según se recoge en el portal de ensayos clínicos de Estados Unidos (clinicaltrials.gov) y ha adelantado 'The New York Times'.
El estudio incluirá a 3.000 adolescentes, de los cuales la mitad recibirá dos inyecciones de la vacuna con cuatro semanas de diferencia y la otra mitad placebo. El ensayo «aún no está reclutando» a participantes y todavía no hay una fecha de inicio, ha explicado Colleen Hussey, portavoz de Moderna, al diario estadounidense.
Los ensayos fase 3 en adultos de la compañía han arrojado una eficacia de su vacuna cercana al 94 por ciento. En base a estos resultados, podría ser aprobada en Estados Unidos a mediados de este mes y en Europa el 12 de enero. Sin embargo, aún no ha sido estudiada en niños. Generalmente, las vacunas destinadas tanto a adultos como a niños se prueban primero en adultos para ayudar a asegurar que son seguras para los ensayos pediátricos.
La vacuna tampoco ha sido testada en embarazadas. El medio americano avanza que en este nuevo ensayo clínico las niñas que han pasado la pubertad serán analizadas antes de cada inyección para asegurarse de que no están embarazadas. Pfizer comenzó a probar su vacuna contra el coronavirus en niños de 12 años en octubre. AstraZeneca también ha realizado ensayos en esta población pediátrica.