
Italia bloqueó el envío a Australia de 250.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca, dijeron hoy a Efe fuentes europeas, y se convirtió así en el primer país de la Unión Europea (UE) en tomar una decisión de este tipo, desde que Bruselas aprobó el mecanismo sobre el control de las exportaciones de los fármacos producidos en territorio comunitario.
Fuente: EFE / AFP
Italia trasladó su decisión a la Comisión Europea (CE) la semana pasada y el Ejecutivo comunitario, que tiene la última palabra al respecto, no se opuso a la prohibición decretada por Roma.
Precisamente, el primer ministro italiano, Mario Draghi, conversó ayer con la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, sobre cómo acelerar la respuesta sanitaria europea contra el coronavirus, en relación a la campaña de vacunación.
La Comisión Europea (CE) aprobó el mecanismo tras la polémica con AstraZeneca por su anuncio de que durante el primer trimestre iba a suministrar menos de la mitad de las dosis pactadas con Bruselas y la sospecha de que la farmacéutica vendió al Reino Unido vacunas que le correspondían a los países de la UE.
Unas insinuaciones que el laboratorio anglo-sueco rechazó.
La medida obliga a las farmacéuticas a avisar con antelación a las autoridades nacionales sobre cuántas dosis fabricadas en su territorio quieren exportar a terceros países y los países deben decidir en 48 horas si permiten o no la venta, aunque deben consultar previamente a la Comisión Europea.
Las dosis se pueden bloquear si se considera que la cantidad de que se quiere exportar es tan elevada que pone en riesgo el suministro de vacunas a la UE.
El mecanismo de control de exportaciones provocó una crisis política entre Bruselas, Dublín y Londres, por el permiso inicial que la Comisión Europea dio para poder bloquear la exportación de vacunas entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
Bruselas tuvo que rectificar de inmediato tras las conversaciones telefónicas que Von der Leyen mantuvo con el primer ministro británico, Boris Johnson, y el irlandés, Micheál Martin, sobre una decisión que iba en contra del espíritu de preservar los Acuerdos de Viernes Santo que las negociaciones del Brexit tanto han querido preservar.
EL SISTEMA DE CONTROL
El pasado 28 de enero, bajo fuerte presión por las dificultades de AstraZeneca en distribuir la cantidad negociada de dosis de la vacuna anticovid, la UE anunció un sistema de monitoreo de la exportación del producto.
El sistema, denominado "Mecanismo de Transparencia y Concesión de Licencias para las Exportaciones", tiene formalmente como objetivo recopilar información sobre la producción de la vacuna contra el covid-19 que se enviará fuera de la UE.
Funcionarios de la UE dijeron en ese momento que se trataba de una "medida de emergencia" y no estaba dirigida contra ningún laboratorio en particular, pero claramente ofrece a los estados miembros la posibilidad de vetar envíos fuera del bloque si no eran considerados "legítimos".
Al anunciar ese nuevo sistema de control, una fuente que habló bajo condición de anonimato aseguró que no se trataba de una "prohibición de exportación" aunque admitió que podría ocurrir "en un caso raro" una negativa a autorizar la venta.
Así, Italia es el primer país de la UE en utilizar esta prerrogativa.
En Italia, 1,52 millones de personas ya fueron vacunadas, en su mayoría personal sanitario y personas de edad avanzada. Con una población de unos 60 millones, el país ya aplicó 4,8 millones de dosis en total.
Casi 56.000 personas ya recibieron la primera dosis de CoronaVac en Uruguay contra el virus SARS-CoV-2, según las cifras ofrecidas este jueves por el Ministerio de Salud Pública (MSP), que reflejan guarismos más bajos de los previstos por las autoridades.
Fuente: EFE
Según refleja el monitor desarrollado por la cartera de Sanidad, 21.332 personas fueron vacunadas este miércoles y 1.696 lo habían hecho hasta las 9.08 (12.08 GMT) de este jueves, hora de la última actualización, para alcanzar la cifra de 55.876 desde el lunes 1 de marzo, cuando comenzó el plan de inoculación en Uruguay.
Pese a que la cifra del miércoles fue la más elevada de las tres jornadas precedentes, las autoridades siguen preocupadas por la baja demanda de vacunas dentro de los grupos seleccionados en primer lugar para recibir la corona del laboratorio chino Sinovac.
El Gobierno de Luis Lacalle Pou estableció que el personal docente, bomberos, policías, militares y trabajadores del Instituto del Niño y el Adolescente (INAU) menores de 60 años compusieran el grupo prioritario para recibir las primeras 192.000 dosis de CoronaVac.
Por un lado, la menor eficacia de CoronaVac frente a la del laboratorio estadounidense Pfizer y, por otro, la coincidencia de la administración de la segunda dosis -28 días después de la primera- con las vacaciones de Semana de Turismo (equivalente a Semana Santa) fueron marcados por las autoridades como posibles explicaciones para no alcanzar las 30.000 vacunaciones diarias esperadas.
Así las cosas, el MSP planea distribuir las vacunas sobrantes de Sinovac para los grupos de presos y personas en situación de calle, cuya inoculación estaba prevista más adelante, junto con residentes y trabajadores de hogares de ancianos y menores de 60 años con enfermedades crónicas.
Se espera que el personal sanitario empiece a vacunarse a partir del 10 de marzo, cuando está previsto que lleguen a Uruguay las primeras 50.000 dosis de Pfizer, según anunció Lacalle Pou anoche durante una entrevista televisiva.
No obstante, según informaciones del propio MSP, si hubiera algún retraso en esta llegada también se procederá a inmunizar a los sanitarios con CoronaVac, ya que para el 15 de marzo está prevista la llegada de 1.558.000 dosis más desde China.
Lacalle Pou confirmó en rueda de prensa el 22 de febrero que Uruguay sumará más vacunas de Pfizer hasta llegar a 460.000 hasta el 26 de abril y que "no va a haber tiempo muerto" entre las llegadas ya mencionadas y las que completen la compra hecha por Uruguay de 3,8 millones de dosis -entre Pfizer y Sinovac- y la reserva de 1,5 millones de la plataforma Covax, creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uruguay, que es el último país de Suramérica en comenzar la vacunación a la población, registra desde el 13 de marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria, 60.074 contagios (7.472 activos, 80 de ellos en cuidados intensivos) y 624 fallecidos.
Algunos obispos católicos han intervenido para disuadir a los miembros de la Iglesia de ponerse la vacuna recientemente aprobada de solo una dosis de Johnson & Johnson.
Fuente: CNN
Según publica CNN, la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU., así como al menos otras 6 diócesis de todo el país, han publicado declaraciones que expresan «preocupaciones morales» por la vacuna debido al uso de células cultivadas en laboratorio que descienden de células extraídas del tejido de fetos abortados en la década de 1980.
La vacuna es la tercera que se autoriza en Estados Unidos. A diferencia de sus predecesores, de Pfizer/BioNTech y Moderna, la vacuna Johnson & Johnson requiere solo una inyección y se puede mantener a temperaturas normales de refrigerador, lo que facilita su transporte.
Los expertos en salud han advertido que los estadounidenses deben recibir la vacuna que se les ofrezca.
«Si a las personas se les ofrece la vacuna Johnson & Johnson, no deberían decir: ‘No la quiero'», dijo el mes pasado el Dr. Paul Goepfert, director de la Clínica de Investigación de Vacunas de Alabama. «No estamos en un escenario en el que podamos elegir vacunas».
Antes de la autorización de uso de emergencia de EE.UU. para la vacuna Johnson & Johnson, la oficina doctrinal de la Iglesia católica romana, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dijo que «es moralmente aceptable recibir las vacunas contra el covid-19 que han usado líneas celulares de fetos abortados en su proceso de investigación y producción».
La nueva declaración de la Conferencia de Obispos contradice una nota aprobada por el papa Francisco, quien recibió una vacuna en enero. La nota de diciembre decía que «el uso de tales vacunas no constituye una cooperación formal con el aborto del que derivan las células utilizadas en la producción de las vacunas».
En un comunicado a CNN, Johnson & Johnson dijo: «Estamos orgullosos de llevar nuestra vacuna covid-19 al mundo y de contribuir a poner fin a esta pandemia. Nuestra vacuna covid-19 de inyección única utiliza un vector de adenovirus no infeccioso inactivado – – similar a un virus del resfriado – que codifica la proteína del «pico» (S) del coronavirus, y no hay tejido fetal en la vacuna. Podemos fabricar cientos de millones de dosis utilizando nuestro sistema de línea celular diseñado y esperamos poder administrar esas dosis en todo el mundo y ayudar a satisfacer la necesidad crítica».
La Casa Blanca rechazó la declaración de la Conferencia de Obispos sobre la vacuna de Johnson & Johnson
Un funcionario de la administración señaló a CNN la declaración del Vaticano de diciembre, y agregó que la administración Biden también está «abordando las dudas y trabajando con mensajeros locales sobre cómo abordar eso, incluso con líderes religiosos».
El presidente Joe Biden es un católico practicante.
Hacer una vacuna con células que descienden del tejido fetal
Los fabricantes de vacunas a veces usan líneas de células fetales cuando desarrollan una vacuna.
Pfizer / BioNTech y Moderna utilizaron líneas celulares originadas en tejido fetal para probar sus vacunas, mientras que Johnson & Johnson las utilizó en el «desarrollo, confirmación y producción», según el Dr. James Lawler, experto en enfermedades infecciosas de Nebraska Medicine.
Esas células están a miles de generaciones extraídas del tejido fetal original, dijo Lawler.
Junto con el uso de células, la vacuna de Johnson & Johnson se fabrica de manera diferente a las otras dos vacunas autorizadas.
La compañía desarrolló una vacuna de vector de adenovirus, en la que el adenovirus, que ha sido modificado para no causar enfermedad, transporta material genético con una proteína de pico de coronavirus al cuerpo para que las células de una persona puedan producir la proteína de pico por sí misma y activar su sistema inmunológico contra el virus, dijo Lawler.
Johnson & Johnson utilizó la línea de células fetales porque es «un estándar industrial bien estudiado para la producción segura y confiable de vacunas de vectores virales», dijo Lawler.
Lo que dicen los obispos sobre la vacuna
Pero ahora, las declaraciones de los obispos estadounidenses están animando a los católicos a optar por recibir la opción Pfizer / BioNTec o Moderna cuando sea posible.
La Arquidiócesis de Nueva Orleans calificó la vacuna de Johnson & Johnson como «moralmente comprometida» en un comunicado la semana pasada, y las diócesis de Baton Rouge, Nueva Orleans y Burlington, Vermont, han emitido declaraciones que expresan su preocupación por la vacuna.
El obispo Michael Duca de la Diócesis de Baton Rouge emitió una declaración que dice: «Si por alguna circunstancia razonable sólo puede recibir la vacuna de Johnson y Johnson, debe sentirse libre de hacerlo por su seguridad y por el bien común».
La declaración, que tuvo eco en Burlington, continuó diciendo que la decisión de recibir la vacuna es entre una conciencia individual y su proveedor de atención médica, pero que «de ninguna manera la posición de la Iglesia disminuye las malas acciones de quienes decidieron usar líneas celulares de abortos para fabricar vacunas «.
Si bien las vacunas Pfizer y Moderna deben elegirse sobre las de Johnson y Johnson siempre que sea posible, la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. dijo en un comunicado el martes que es «moralmente aceptable» recibir vacunas cuando las opciones «éticamente irreprochables» no están disponibles.
«Dado el sufrimiento mundial que está causando esta pandemia, reafirmamos que vacunarse puede ser un acto de caridad que sirve al bien común», dijo el comunicado.
La declaración fue una actualización de una publicada en diciembre que se hizo eco de la declaración del Vaticano, diciendo que las vacunas Pfizer y Moderna eran moralmente aceptables a pesar de su «conexión remota con líneas celulares moralmente comprometidas» debido a la gravedad de la pandemia.
Brasil, uno de los países del mundo más afectados por la pandemia, batió un nuevo récord diario de muertes por coronavirus al registrar 1.910 fallecimientos en las últimas 24 horas, según informó este miércoles el Gobierno.
Fuente: EFE
Se trata del segundo día consecutivo en el que el gigante latinoamericano alcanza un récord diario de muertes, tras las 1.641 contabilizadas la víspera.
De acuerdo con el balance diario del Ministerio de Salud, el total de fallecidos por causa del covid-19 asciende a 259.271 desde el pasado 12 de marzo, cuando se registró la primera víctima mortal en Brasil.
El país detectó 71.704 casos de la enfermedad en las últimas 24 horas, la segunda peor cifra de contagios diarios durante la pandemia, por lo que el acumulado desde el 26 de febrero de 2020 llega a 10.718.630.
Desde hace cerca de un mes y medio el promedio de decesos diarios por el virus no baja del millar y el de contagios se sitúa por los 50.000, datos que confirman el fuerte agravamiento de la pandemia en Brasil.
El recrudecimiento de la enfermedad ha dejado a la mayoría de los estados brasileños al borde del colapso sanitario debido al repunte de ingresos en los hospitales por coronavirus, incluidos jóvenes, tras las aglomeraciones registradas durante la fiesta de Carnaval.
Los especialistas atribuyen también el agravamiento de la crisis al surgimiento de una nueva variante originaria del estado de Amazonas, la cual, según estudios preliminares, es entre dos y tres veces más transmisible que los otros linajes y tiene capacidad de evadir la inmunidad de aquellas personas que ya habían contraído el virus previamente.
De acuerdo con un estudio publicado hoy por el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo (USP), la variante conocida como P.1 es la predominante entre los casos de covid-19 registrados en Araraquara, una ciudad del estado de Sao Paulo que se ha visto desbordada por el creciente número de ingresos en los hospitales.
La preocupante situación de Brasil ha encendido las alertas de otros países y ha obligado a las autoridades sanitarias a endurecer las medidas de restricción en buena parte del país.