
Bucarest.- Junto al reto de obtener y administrar rápidamente millones de dosis, varios Gobiernos en los Balcanes tienen que lidiar con la desconfianza o la abierta oposición hacia la vacuna anticovid de grupos, y líderes integristas religiosos y ultranacionalistas de derecha.
Fuente: EFE
Desde los púlpitos y los medios que le entrevistan, el arzobispo Teodosie Petrescu, de la Iglesia Ortodoxa Rumana, es una de las voces influyentes reticentes a recibir la inyección.
Tras meses de abierto desafío a las restricciones a la asistencia a misas y peregrinajes, Teodosie ha asegurado que la vacuna tiene efectos secundarios y se que autorizó sin haberse probado en humanos.
COMUNIÓN MEJOR QUE VACUNA
"La Santa Comunión es más fuerte que cualquier vacuna", llegó a declarar el 12 de enero el arzobispo de la región eclesiástica de Tomis, junto al Mar Negro.
El mensaje de Petrescu ha encontrado en Facebook una poderosa caja de resonancia.
Numerosos grupos de ideología nacionalista y conservadora difunden entrevistas y noticias con las declaraciones del jerarca.
La de Petrescu no es la posición oficial de la Iglesia Ortodoxa Rumana, que no ha pedido a los fieles que se vacunen, como sí han hecho a título individual otros arzobispos, pero ha aceptado distribuir información gubernamental sobre el proceso de inmunización contra la covid.
UNA SENADORA INMUNE
Sin salir de Rumanía, otra escéptica destacada es la senadora y abogada Diana Sosoaca, que recurrió ante la justicia en nombre de Petrescu, las restricciones impuestas por el Gobierno.
Sosoaca pertenece a la Alianza para la Unidad de los Rumanos, que en su primera participación en unas elecciones parlamentarias, el pasado 6 de diciembre, obtuvo el 9 % del voto.
En sus filas hay dirigentes que simpatizan con la Guardia de Hierro, el movimiento fascista rumano durante la II Guerra Mundial.
La senadora ha rechazado vacunarse alegando que tiene "un sistema inmune muy fuerte" y que la vacuna no ha sido suficientemente probada.
¿ES LA VACUNA HALAL?
En Bosnia, la comunidad musulmana ha pedido que se publique si en las vacunas hay componentes de origen porcino, ya que el consumo de cerdo está prohibido por el Islam.
La publicación de estos detalles, argumentan los líderes de la comunidad, permitirá a los creyentes musulmanes, mayoría en el país, decidir si quieren vacunarse o no.
LA CUESTIÓN DEL ABORTO
En la católica Croacia, la oposición a la vacuna la encabeza Vigilare, una ONG conservadora que considera el aborto un crimen y afirma que las vacunas se elaboran con células de fetos abortados, algo que esa asociación denuncia como un acto de complicidad con el "asesinato de niños no nacidos".
Los expertos en vacunas niegan que estos medicamentos lleven tejidos de fetos humanos extraídos de un aborto y precisan que se usan cultivos de células obtenidos en laboratorio, cuyo origen humano se encuentra en dos fetos abortados en la década de 1960 en Suecia y el Reino Unido.
Aunque el Vaticano ha declarado que la vacuna es "moralmente aceptable", algunos curas católicos han expresado reservas.
Uno de ellos es monseñor Vladimir Dugalic, secretario general de la Conferencia Episcopal Croata, que declaró recientemente a una emisora de radio de su país que algunas vacunas contra la covid podrían ser "éticamente inaceptables" por esa lejana conexión con el aborto.
LA LIBERTAD INDIVIDUAL
Otro argumento habitual entre quienes rechazan la vacuna es el de la libertad individual frente a las imposiciones del Estado en nombre de la salud pública.
Por ejemplo, la Asociación Croata de Padres Activistas alerta contra la posibilidad de que el Gobierno imponga restricciones de movimiento a los no vacunados, obligando así de facto a todo el mundo a inmunizarse.
CONTRA LA "FARMACOMAFIA"
En Serbia, la abanderada de las anti vacunas es la psiquiatra Jovana Stojkovic, que lidera el movimiento "Vivo para Serbia".
Stojkovic se ha opuesto al uso de mascarillas y ha denunciado la existencia de una mafia farmacéutica, la "farmacomafia", que se estaría aprovechando del virus para hacer negocio a costa de la gente corriente.
Esta psiquiatra logró el pasado junio el 1 % de los votos en las elecciones parlamentarias, con una candidatura en alianza con un grupo ecologista de extrema derecha.
La resistencia a la vacuna en Hungría la lidera el doctor György Gödény, que además de estar en contra de la vacunación, niega que la covid sea una enfermedad grave.
Gödény, que no tiene el apoyo de ningún partido político ni de ninguna iglesia, fue interrogado el pasado diciembre por la Policía por haber dicho que las vacunas contra la covid son mortales.
Según los sondeos, el porcentaje de población que rechaza vacunarse oscila entre el 30-35 % en Hungría, Croacia y Rumanía, y el 44 % en Croacia, con elevadas cifras de indecisos en todos los casos. Las tendencias muestran que el rechazo de las vacunas se reduce, mientras que el apoyo a la vacunación aumenta.
Uruguay cerró un acuerdo para la compra de vacunas con los laboratorios Pfizer y Sinovac, según anunció este viernes el presidente del país, Luis Lacalle Pou, quien no especificó la cantidad ni cuándo empezaría el plan de inoculación.
Fuente: EFE
“El Gobierno acaba de cerrar un acuerdo con Pfizer y Sinovac para el suministro de vacunas a nuestro país. Al mismo tiempo estamos negociando la compra de más vacunas con más proveedores. En las próximas horas brindaremos más información”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
Uruguay era uno de los dos países de Sudamérica, con Paraguay, que aún no había anunciado la compra de vacunas con ningún laboratorio, si bien el Ejecutivo de Lacalle Pou había adelantado que estaba en negociaciones con varios laboratorios y que no podía revelar más detalles por confidencialidad.
Precisamente este viernes se conoció el último informe elaborado por el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), que ayuda al Gobierno en la gestión de la pandemia, en el que reconocía que existían “expectativas a nivel nacional sobre la vacunación y su impacto en la contención de los contagios”.
No obstante, advertía que “la inmunidad de rebaño no es bien comprendida aún, y en cualquier caso solamente puede empezar a incidir cuando se haya vacunado a un amplio grupo de personas, plazo que llevará como mínimo algunos meses”.
El informe, hecho por el Grupo de Modelos y Ciencia de Datos, coordinado por el matemático Fernando Paganini, también ponía el foco en el aumento de test diarios, pues “en un escenario actual de 800 casos nuevos diarios” (tomado a 18 de enero) “habría que realizar 20000 tests diarios”.
Como medida para “subsanar a futuro el déficit”, ya que los datos son “menos precisos”, proponía la “incorporación de nuevas tecnologías, como test de antígenos.
Nada más conocerse el anuncio del mandatario, varios integrantes del gabinete celebraron la noticia en redes sociales. Entre los primeros en reaccionar estuvo el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien publicó un escueto mensaje: “#Vacunas aseguradas para nuestro Uruguay”.
El presidente uruguayo ha convocado a su gabinete para un Consejo de Ministros la próxima semana, aunque no se descarta algún anuncio previo con la confirmación de más detalles sobre el plan de vacunación.
Argentina añadió este viernes 10.753 nuevos casos del coronavirus SARS-CoV-2, por lo que el número total de positivos aumentó hasta 1.853.830, mientras que los 220 decesos reportados en las últimas 24 horas elevan el total de muertes a 46.575.
Fuente: EFE
Estos datos de contagios son menores a los del jueves, cuando el vecino país agregó 11.396 casos de coronavirus; sin embargo, se notificaron 78 fallecimientos más que durante la jornada anterior.
Según el informe oficial del Ministerio de Salud, la provincia de Buenos Aires permanece como el distrito con más casos confirmados hasta el momento (773.273, de los cuales 4.177 fueron notificados este viernes), seguida por la ciudad de Buenos Aires, con un total de 200.983 contagios confirmados, 1.160 de ellos reportados hoy.
En tercer lugar aparece la central provincia de Santa Fe, con 199.489 contagios confirmados, 1.043 de ellos informados este viernes.
Tanto la capital como la provincia de Santa Fe superaron hoy los 200.000 casos totales.
Según fuentes oficiales, del total de contagiados 1.636.826 son pacientes recuperados y 170.429 son casos activos.
Asimismo, 3.631 personas con diagnóstico confirmado de covid-19 permanecen ingresadas en unidades de cuidados intensivos, 15 más que el jueves.
El porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva por todo tipo de patologías es del 55 % a nivel nacional, pero del 61,4 % si solo se considera Buenos Aires y su populosa periferia.
Los casos positivos habían llegado en Argentina a un récord diario de 18.326 el pasado 21 de octubre.
Pese a que la media diaria de nuevos casos aún está por debajo de ese récord, en los últimas semanas las autoridades locales se han mostrado preocupadas por un nuevo y sostenido incremento en los contagios.
En cualquier caso, Argentina avanza en su plan de inmunización contra el covid-19 con la vacuna rusa Sputnik V, mediante la distribución esta semana de las segundas dosis de este producto al personal de la salud.
La aplicación de esa segunda dosis, que es complementaria a la primera y debe inocularse después de 21 días, comenzó el pasado martes, después de que las 24 jurisdicciones del país recibieran el segundo componente que llegó el sábado pasado desde Moscú.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que es una obligación moral actuar ante la "emergencia nacional" provocada por la pandemia de COVID-19, al firmar dos órdenes ejecutivas que amplían las ayudas federales para las familias de bajos recursos.
Fuente: EFE
"Seguimos inmersos en una crisis que solo se ve una vez cada siglo, y se está profundizando", afirmó Biden en un acto en la Casa Blanca.
El nuevo presidente estadounidense, que asumió el cargo el miércoles, dijo que la gravedad de la situación implica "una obligación moral" y "un imperativo económico".
MILLONES DE ESTADOUNIDENSES PASAN HAMBRE
Según los últimos datos del Censo, cerca de 50 millones de estadounidenses están en situación de inseguridad alimentaria.
"Estamos en emergencia nacional (...) No podemos, no dejaremos que la gente pase hambre", agregó.
La primera orden ejecutiva está destinada a ampliar la asistencia federal en programas de cupones de alimentos para las familias de bajos recursos y acelerar la distribución de las transferencias directas aprobadas en el paquete de rescate fiscal aprobado a final de 2020.
La segunda sienta las bases para subir a 15 dólares la hora del salario mínimo de los empleados y contratistas del Gobierno federal, frente a los 7,25 actuales.
En su intervención, Biden insistió en que la "emergencia nacional" exige una respuesta de envergadura, por lo que instó al Congreso a aprobar su plan de estímulo fiscal de 1,9 billones de dólares.
En una rueda de prensa previa, Brian Deese, el principal asesor económico de la Casa Blanca, reconoció que las órdenes firmadas este viernes "no sustituyen la propuesta legislativa integral", pero son "un salvavidas fundamental" para millones de familias.
Biden, no obstante, es consciente de sus límites desde la Casa Blanca para sacar legislación a golpe de órdenes ejecutivas por lo que necesita el Congreso para aprobar la propuesta.
Los demócratas cuentan con mayoría en ambas cámaras, pero en el Senado es tan ajustada que se prevé una dura batalla legislativa, y los republicanos ya han mostrado sus reticencias a aprobar una nueva ley de gasto apenas un mes después del rescate aprobado a finales de año en el final del mandato del expresidente Donald Trump.
NUEVO PLAN DE RESCATE
Hace una semana, Biden lanzó su ambiciosa propuesta de estímulo fiscal de 1,9 billones de dólares, que incluye una ronda de pagos directos a los ciudadanos por 1.400 dólares y un suplemento de seguro de desempleo de 400 por semana hasta septiembre.
Destina, asimismo, 160.000 millones de dólares para el programa de vacunación en el país, 20.000 millones para las tareas de distribución de las dosis, así como 50.000 millones de dólares para pruebas.
También propone invertir 170.000 millones en escuelas e instituciones de educación superior, incluido un monto de 130.000 millones para asegurar que los establecimientos educativos puedan reabrir de manera segura pese a la pandemia de coronavirus.
CRISIS HISTÓRICA
La irrupción del virus en EE.UU. en marzo y las consiguientes restricciones adoptadas para frenarlo dispararon la tasa de desempleo hasta el 14,7 % en abril, una cifra no vista en más de 50 años, frente al 3,5 % registrado en febrero.
Desde entonces, se ha ido reduciendo hasta el 6,7 % con el que cerró diciembre, pero aún 10 millones de empleos menos de los existentes en EE.UU. antes la pandemia.
El Gobierno federal lanzó dos paquetes de rescate, uno de 2,2 billones de dólares en marzo pasado, y otro de 900.000 millones de dólares en diciembre, que sin embargo se han mostrado insuficientes ante la magnitud de la crisis desatada por el coronavirus.