Con la protesta de varios gobiernos por la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua, culmina la Cumbre de las Américas, en la que se perdió una oportunidad para un debate de mayor altura, con la necesaria crítica y autocrítica para mejorar la unión y cooperación de los países involucrados, respetando las democracias y gobiernos de cada nación.
Fueron varias las voces en rechazo a la censura aplicada por Estados Unidos a los tres países excluidos, lo que en otras consecuencias deslegitima la aprobación de cualquier documento, pues no cuenta con el consenso de todos los integrantes de la reunión internacional.
Surgieron propuestas interesantes, por ejemplo, la del presidente de República Dominicana, Luis Abinader, quien solicitó cambios y apertura, tomando en cuenta las nuevas realidades.
Alberto Fernández, presidente de Argentina, fue duro con EEUU por no invitar a todos los mandatarios y exigió modificación en las futuras convocatorias, mientras que el canciller de México, Marcelo Ebrard, en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, propuso promover la idea de refundación de las instituciones regionales y criticó la hegemonía que Washington quiere mantener.
Observando el panorama, sería buena idea que el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, compartiera en sus visitas diplomáticas a nivel internacional su proyecto de las 3R.Nets sobre la Resistencia, Renacimiento y Revolucionar que aplicamos en Venezuela para mejorar y renovar la revolución bolivariana, método que pudiera servir de guía para la organización de futuras convocatorias de la región.
