El dirigente político proveniente de las filas del MAS Nelson Rampersad se abstuvo de calificar a la elección Primaria como un «fraude», pero sí dijo que la Comisión Nacional de Primaria «ajustó cifras».
«Es soprendente desde el punto de vista estadístico. No estoy hablando de fraude. Es sorprendente el ajuste que se hace a las cifras de la votación que no se parece con lo que fue ese acto, que no desestimo, porque hubo presencia pero no en este volumen», declaró Rampersad, según VTV.
Destacó que solo abrir el libro puede tardar más de un minuto, por lo que ya se estaría expandiendo el tiempo, por ello, no cree que sean ciertos los números presentados.
Previamente a estas declaraciones, la vicepresidenta del MAS, María Verdeal aclaró en su cuenta en X, que si bien la tolda naranja lo propuso ante la CNP como técnico independiente, se «deslindan» de su posición.
Acto seguido, ofreció su propia estimación sobre el proceso: «en esas mesas, votaron 1 millón 591 mil 504 ciudadanos, haciendo un promedio por mesa, significa que votaron 478 personas en cada mesa; eso es, más o menos, 60 personas por hora, lo que significa una persona por minuto. Esto es sorprendente desde el punto de vista estadístico».
Por tanto, pidió a Jesús María Casal no mentir.
«Aquí nos están diciendo, con la precariedad que tenemos, con las mismas dificultades que el Gobierno puso a ese proceso, que votaron 478 personas, esto es mentira, y hay que decirlo con responsabilidad, porque esta sociedad está cansada que el liderazgo político, tanto el de Miraflores como el que está afuera, ha dicho demasiadas mentiras y ha paralizado al país por estos 25 años».
Asimismo, criticó el eslogan de María Corina Machado porque, según él, solo busca la confrontación violenta.
«Hasta el final, que fue su voz permanente, no es un simple eslogan electoral, tampoco es un mantra, es una estrategia política. Hasta el final significa un proceso que viene ahora de lucha por su validación, su habilitación como candidata. Eso va a llevarnos nuevamente a una confrontación abierta con el régimen en la calle, con sangre en el asfalto, como a muchos de ellos les gusta».
