El Salvador
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Chico que vendía en las calles cumple su sueño de jugar en Alianza

Los sueños se cumplen. Cuentan algunos seguidores de grada de Alianza FC a William Canales lo vieron tomando “la ruta 44 todos los domingos” para ir a alentar a su equipo desde chico al estadio Cuscatlán.

El jugador es originario de Corazón de María, comunidad ubicada en una zona estigmatizada de la colonia Escalón, San Salvador, y al proceder de una familia de escasos recursos, que se dedicaba a las ventas informales, ofreciendo dólares de fruta en los semáforos de la capital, a veces no tenía para comprar la entrada, pero “se rebuscaba para ir alentar a su equipo mimado”.

Muchos conocen que William es “albo desde la cuna”, al verle en la grada en más de una ocasión, por lo que ahora se enorgullecen de verlo cumpliendo su sueño de llegar al equipo “más grande” del país en la búsqueda del tricampeonato.

Pocos conocen la historia de William, la de su hermano Luis Canales que también es futbolista, y la de su madre María Isabel Belloso de Canales, quienes salieron adelante gracias al comercio informal.

Doña María se levantaba a las 3:30 de la mañana para ir a comprar guineos, mangos, jocotes, jícama, semilla de paterna y otras frutas de temporada al Mercado La Tiendona o al Mercado Central de San Salvador, fruta posteriormente vendía en los semáforos de la Fuente Beethoven junto a sus hijos.

Todos los días, al salir de la escuela al mediodía, William y Luis, almorzaban y rápidamente tenían que ir al semáforo a vender la fruta en las calles.

“Creo que nadie sabe pero a nosotros nos ha costado muchísimo. Nosotros teníamos que vender en las calles con mi hermano William, siempre ayudando a mi mamá porque era ella la que estaba al frente e igual ella vendía con nosotros a la par. Quizá no era del agrado de ella, pero no había de otra, nosotros mirábamos su sufrimiento y su entrega hacia nosotros e igual nosotros que desde los 10 años nos tocó andar vendiendo en las calles y no nos da pena contarlo porque nos ha servido mucho para ahora en día cuidar lo que tenemos y valorar el esfuerzo que ha hecho nuestra madre por nosotros”, contó Luis a Diario 1.

De esta forma, su madre apostó porque ellos se dedicaran al fútbol, confiando firmemente en sus capacidades y que, a través del deporte, sus hijos podían optar a algo mejor que cambiase sus vidas.

Así llegaron a las inferiores de Atlético Marte, donde su meta de convertirse en futbolistas profesionales se vio más cerca.

Después, William llegó a Santa Tecla, después a Sonsonate, al Independiente de San Vicente, a FAS, a Municipal Limeño y L.A. Firpo, su último club, cumpliendo su sueño de fichar por el “más grande” del fútbol salvadoreño, Alianza FC, a sus 27 años.

“Es una experiencia bonita la que hemos pasado nosotros: de no tener nada hemos luchado por nuestros sueños. Tarde o temprano la vida te va a recompensar cuando haces las cosas bien, ese es el mensaje que quisiera compartir con las generaciones jóvenes”, manifestó Luis, quien asegura estar muy contento por el sueño que está viviendo su hermano.