Cuatro miembros de la iglesia Testigos de Jehová fueron condenados este martes por la justicia rusa a varios años de cárcel por actividades consideras como “extremismo”, según el diario Moscow Times.
Los miembros de la iglesia evangélica fueron hallados culpables de organizar actividades “extremistas” entre el 2017 y el 2020, según los investigadores.
Los religiosos recolectaban donaciones, organizaban reuniones y distribuían panfletos de la iglesia, detallaron las autoridades.
Dos de los acusados fueron sentenciados a 6 años y medio de cárcel, otro a 6 y al cuarto miembro se le sentenció por 6 años de prisión en suspenso, detalló dicho medio.
En los últimos 5 años, cientos de testigos de Jehová han sido objetos de redadas, arrestos y procesamientos en Rusia.
Según Jarrod Lopes, portavoz de los Testigos de Jehová en Estados Unidos, unos 5, 000 testigos se han ido de Ucrania para ponerse a salvo.
Asimismo, Jarrod asegura que para los testigos de Jehová rusos – que estima son unos 170,000- ha habido ansiedad desde que la Corte Suprema de dicho país declaró a la denominación cristiana como grupo extremista en el 2017.
Cientos han sido arrestados y puestos bajo prisión, y han allanado sus hogares y lugares de culto, conocidos como Salones del Reino y la sede nacional ha sido decomisada.
La traducción moderna de la Biblia al ruso está terminantemente prohibida, al igual que sus revistas Despierta y Atalaya, ambas de circulación mundial.
“Ser testigo de Jehová en Rusia es estar constantemente en peligro legal, con el temor constante de una invasión a la privacidad, la confiscación de propiedades o en muchos casos ser encerrado”, dijo Jason Morton, analista político de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, una agencia federal bipartidista que da seguimiento a las violaciones de la libertad religiosa en todo el mundo.
Solamente el año pasado, alrededor de 105 testigos de Jehová fueron encontrados culpables por tribunales en Rusia, según la comisión, y las sentencias máximas para ellos han aumentado de 6 a 8 años.
El Gobierno ruso en ningún momento ha dado una justificación detallada sobre esta represión.
