Hay muchos tipos de héroes en la ficción, y de ellos se han ocupado la literatura, el cine y la televisión.
Pero también los hay… en la vida real.
A mi modo de ver, hay un héroe nacional, aún irreconocido, es Ramón Antonio Rodríguez Santos, mejor conocido como Negro Santos. Un visionario. Un precursor. Uno que se empeñó en lograr lo que nadie se había planteado en 1970: poner ante el exterior, y en especial frente a Estados Unidos, a la República Dominicana, en tanto patrimonio turístico, no descubierto, cuando apenas se iniciaba el destino de Puerto Plata, el primero. Cuando se iniciaba la introducción del sistema todo incluido.
Para lograr ese objetivo, Negro Santos tuvo que pasar por muchos rechazos, negativas y desaires.
Debió enfrentar unos pagos elevados en dólares en medios en televisivos con sede en New York, que le daban cuatro semanas de vida al programa televisivo que planteaba. Esa era la duración del contrato que le dieron. Pocos ejecutivos televisivos creían en el proyecto Santo Domingo Invita.
El espacio impactó desde su primera salida. Y se mantuvo en el gusto del dominicano durante 43 años hasta su última edición.
Negro Santos es uno de mis héroes predilectos.
A ese programa, se debe la instalación del merengue como espectáculo de orquestas, que primero actuaban en Santo Domingo Invita y ya luego se podrían dar el riesgo de ir a New York, y les iba muy bien.
Negro Santos enfrentó dificultades e iniquidades. Gobiernos que fueron indiferentes a lo que hacía, que en realidad era una obligación del Ministerio de Turismo. Cierto que algunos gobernantes le dieron apoyo, a veces con dignidad y otras, no tanto.
Santos logró salir a camino. A veces tuvo que ser socorrido por amigos como don Ellis Pérez, que entendieron la importancia de Santo Domingo Invita, más allá de su perspectiva de negocio de comunicación televisiva.
El programa fue la cuna en que nacieron una serie de talentos de la comunicación. El programa ayudo a consolidar carreras de talentos televisivos conocidos.
Negro Santos tuvo que hipotecar su casa, vender su carro, vender propiedades muebles e inmuebles, para poder pagar el contrato de difusión.
Estoy convencido: Negro Santos es mi héroe sin capa ni antifaz, ni súper poderes. Lo que hizo, es suficiente para admirarle.
