Dominican Republic
This article was added by the user . TheWorldNews is not responsible for the content of the platform.

¿Mito o realidad?: “Si te arrancás una cana, te salen otras siete”

Quien no se haya arrancado una cana frente al espejo que arroje la primera piedra. Es que cuando comienzan a salir, la tentación de hacerlo es grande y la ilusión de que con ese acto se está eliminando al nuevo enemigo.

Pero ahí están madres, abuelas, y amigas para advertir: “Si te la arrancás, te salen siete más”. Y lo cierto es que, más o menos pronto, seguramente aparecerán muchas más que siete. ¿Pero es por aquella cana que se arrancó? ¿O iban a salir de todos modos? La creencia se mantiene firme y se replica pese a que nadie sabe cuánto tiene de cierto.

“Nos encontramos ante un auténtico mito que nos persigue a los estilistas desde siempre: el mito de que, si arrancamos una cana, proliferan más en el cabello. Consideramos que lo que puede pasar es que una vez nos fijamos en alguna de las canas que empiezan a aparecer, estamos más pendientes de ellas y empezamos a ver más, fijando la atención en este aspecto”. La primera hipótesis la elaboró Quique Sánchez, estilista y director creativo de Espacio Q, en Madrid.

En psicología, esta distorsión se llama sesgo de confirmación y se trata de uno de los muchos sesgos cognitivos que puede padecer el ser humano. En este caso, se tiende a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas.

Lee más: Las canas están de moda, pero ¿afectan posibilidades laborales?

El médico dermatólogo y especialista tricólogo Miguel Marti, ante la consulta de Infobae, aportó una explicación científica al asunto: “Arrancar una cana no hace que salgan más. Cada pelo nace de un folículo independiente, así que por arrancarlas, no van a salir más”.

En la misma línea, la dermatóloga española Cristina Paradelo aseguró que “no es cierto que por arrancar una cana salen más. Lo que ocurre es que el folículo que ha perdido la capacidad para fabricar melanina y transferirla al tallo piloso no es capaz de recuperarla. Por ello, cuando tras arrancar ese pelo blanco el mismo folículo forme uno nuevo, será blanco igual”.

Y tras explicar que “cada folículo tiene sus propios melanocitos (las células que fabrican el pigmento)”, la especialista aclaró que “el arrancamiento de la cana no influye de ninguna forma en los folículos vecinos”. Se arranque la cana o no, con la edad los melanocitos van disminuyendo su actividad, tanto en la piel como en el pelo, y de forma gradual aparecerán más canas alrededor de las que se hayan visto en primer lugar.

Por qué aconsejan no arrancar las canas

A pesar de haber desmontado el mito, los expertos coincidieron en que arrancar las canas nunca es recomendable. “Cuando se arranca un pelo (sea una cana o un pelo con pigmento), puede dañarse de forma parcial o completa el folículo (la estructura que lo fabrica), lo que hará que se forme un pelo más fino o de peor calidad si el daño fue parcial, o bien que no se fabrique un nuevo pelo si el daño fue completo -explicó Paradelo-. La probabilidad de que se produzca este daño aumenta con el número de veces que se lo arranque, por lo que es mejor dejar la cana en su sitio”.

Además, la estilista Diana Daureo, confirmó lo que más de uno ya habrá observado en la práctica: “Si se arranca una cana, el otro pelo sale de punta como un ‘alambre’ y lleva a que cada vez se las arranque más porque no es agradable su aspecto”. “Al final lo que sucede es que se termina debilitando el folículo y esto es contraproducente”, agregó.

Así que hacerlo a menudo y repetidamente no hará más que llegar a esa fase de daño completo, ya que, según explicaron los especialistas, “la tracción continuada del pelo, bien sea mediante peinados tensos o extensiones con peso o por arrancamiento, produce daños que, cuando se generan de forma habitual, acaban llevando a la destrucción del folículo y su sustitución por tejido cicatrizal. Llegada esta fase, la pérdida de esos pelos es ya definitiva”.

¿Cómo y por qué salen canas?

Aclarado ese mito, los especialistas se abocaron a otros de toda índole que circulan en torno a las canas. Y, otra vez, aseguran que nos encontramos ante lo que son tan sólo creencias populares.

Al parecer, tener canas o no depende, principalmente, de la genética. “Es imposible evitar o retrasar su aparición, no hay modo de conseguirlo -aseguró Daureo-. El cabello, al igual que nuestro cuerpo, envejece y la genética es el factor principal de su aparición”. Con ella coincidió Paradelo, quien remarcó que “la edad de debut y el ritmo de aparición de las canas está condicionada por factores hereditarios como el fototipo y los antecedentes familiares”. Así, por ejemplo, “aparecen de forma más precoz en pelirrojos y en aquellas personas de piel blanca con poca capacidad para broncearse”.

En opinión de Marti, “las canas pueden aparecer por un proceso fisiológico de envejecimiento del cabello, o por predisposición genética. Por lo tanto, las canas van a aparecer de forma progresiva independientemente de que se arranquen”. “Lo que está demostrado, asimismo, es que la cana tiene un ciclo de crecimiento más rápido que el cabello no canoso”, agregó, al tiempo que precisó que “el encanecimiento puede comenzar por lo general en la tercera década de la vida, aunque en algunas personas puede aparecer a más temprana edad, y es lo que denomina encanecimiento prematuro”.

Añadido a esto, y también como ocurre con el cuerpo o la piel, su aspecto y ritmo de aparición pueden verse afectados por algunos factores externos: “A pesar del peso de la genética, podemos intentar controlar algunos de los factores ambientales y de exposición (el denominado exposoma) para modular en parte el ritmo de aparición de las canas -sumó Paradelo-. Entre los factores externos que se han visto relacionados con una aparición más rápida o más precoz de canas encontramos el estrés, el tabaco y los déficits nutricionales, por lo que parece razonable pensar que tener una dieta sana, variada, rica en antioxidantes, evitar tóxicos (tabaco y otros) y una buena gestión del estrés ayudarán al menos a no acelerar el ritmo de su aparición”.