Ciudad de Panamá, 9 ago (Prensa Latina) Ante los incumplimientos del Gobierno a los acuerdos de una mesa única de diálogo, colectivos populares y sindicales de Panamá tomarán otra vez las calles para exigir respuestas, ratificaron hoy sus dirigentes.
En conferencia de prensa, el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marco Andrade, indicó que al pueblo no le queda otra que demandar en esas manifestaciones que se respeten medidas como el control de precio de los alimentos.
A nombre de la alianza Pueblo Unido por la Vida, una de las protagonistas de las protestas, Andrade comentó que los empresarios se niegan a acatar lo acordado en las negociaciones iniciadas el pasado 21 de julio en la provincia de Coclé, como reducir los precios de unos 72 productos de la canasta básica familiar.
Ante ello, dijo, el Ejecutivo no reacciona, en lugar de defender los alimentos de la población.
Esperamos que otras organizaciones y el pueblo en general se sumen a las manifestaciones temprano y al mediodía de mañana que se desarrollarán este miércoles 10 de agosto por todo el país.
Hay que poner orden a las cosas, remarcó, en alusión a los precios desorbitantes que ponen las empresas a los alimentos para obtener más ganancias en detrimento de los sectores más humildes.
También el coordinador del Frente Nacional por los Derechos Económicos y Sociales, Jorge Guzmán, fustigó la aparición en los medios de comunicación de representantes del Ejecutivo en la mesa que aseguran que han cumplido y que el pueblo no tiene derecho a manifestarse.
Para esos funcionarios, entre los que mencionó al viceministro de Desarrollo Agropecuario Carlos Rognoni; y al director de la Caja de Seguro Social(CSS) Enrique Lau, «cumplir es firmar un acta, dar la espalda y luego dejar que los empresarios hagan lo que les venga en gana», señaló.
Otros, dijo, entre los que citó a la presidenta de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Marcela Galindo, consideran que deben participar en las pláticas, y no se sienten comprometidos con lo que allí se acuerde, por estar excluidos.
Es un mensaje que tergiversa la realidad, dijo, porque la Iglesia católica, que actúa como facilitadora, señaló oportunamente que en una primera fase dialogan los representantes del Gobierno y colectivos en huelga en las calles; pero en una segunda fase serán invitados otros sectores.
La mesa única de diálogo deberá retomar las sesiones el jueves de esta semana para debatir sobre corrupción, al tiempo que quedó pendiente llegar a conclusiones en temas controversiales como la rebaja de la tarifa eléctrica, medicamentos y la crisis de la Caja de Seguro Social.
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