Aún con la expectativa generada por el alzamiento militar del 4 de febrero, la población venezolana confirmó a tempranas horas de la mañana del 27 de noviembre de 1992 que un grupo de militares, inspirado por la iniciativa de Hugo Chávez Frías y fiel la doctrina libertaria de Simón Bolívar., estaba decidido a dar un paso al frente en la lucha contra la corrupción y la desidia gubernamental que había sometido al pueblo venezolano durante poco más de 30 años, durante el llamado “Puntofijismo”.
Treinta años después de aquella acción, se ha venido consolidando un modelo distinto al que desarrollaron los Gobiernos de Acción Democrática y Copei.
Antecedentes de los sucesos
En el período de 1958-1998 hubo graves violaciones a los derechos humanos en sus distintas manifestaciones. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 25% de los venezolanos vivía en la pobreza extrema y era muy amplia la brecha entre ricos y pobres.
Por otro lado, la población comenzó a palpar el deterioro de las expectativas de bienestar colectivo, la pérdida de legitimidad y confianza de las principales organizaciones políticas, todo ello con un trasfondo de conflictos políticos y decisiones tomadas desde la visión bipartidista.
Además, durante la etapa puntofijista ocurrieron manifestaciones por la crisis económica que enfrentaba el país, producto del aumento de la deuda externa, el alza de los precios y disminución de salarios, entre otros factores, que fueron brutalmente reprimidas por cuerpos de seguridad.
A este contexto general se sumaron hechos puntuales que ocurrieron durante el mandato del presidente en ese momento, Carlos Andrés Pérez, entre ellos los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1.989, conocidos como «El Caracazo», en el que sucedieron hechos represivos que ocasionaron cientos de muertos y detenidos.
Asimismo la aplicación de un «paquete económico neoliberal» por parte de Pérez, propició una baja en la aplicación de programas sociales para el pueblo, reflejado en situaciones como las protestas de personas de la tercera edad.
Los protagonistas
La insurgencia cívico militar fue liderada principalmente por Hernán Grüber Odremán, Luis Enrique Cabrera Aguirre, Luis Reyes Reyes, Francisco Visconti Osorio y los partidos políticos Bandera Roja y Tercer Camino.
El movimiento de las tropas rebeldes se inició a las 11:00 pm del día anterior, jueves 26 de noviembre, con el objetivo principal de capturar a Carlos Andrés Pérez, y de establecer una junta cívico-militar como gobierno de transición. También estaba planeado liberar al Comandante Chávez.
La sede de Venezolana de Televisión (VTV), así como las antenas repetidoras de Radio Caracas Televisión y Venevisión fueron tomadas por el entonces teniente Jesse Chacón, quien tenía órdenes de transmitir un video grabado en el cual se explicaba el porqué de la rebelión y llamaban a las Fuerzas Armadas a unírseles.
Este segundo intento en 1992 por cambiar las estructuras del país no logró su objetivo, pero sentó las bases para el despertar del pueblo y abrirle las puertas a la Revolución Bolivariana, con la figura de Hugo Chávez Frías como líder.
Recordaron la fecha en la Plaza Bolívar de Caracas
Este viernes en horas de la mañana se realizó en la Plaza Bolívar de Caracas una actividad especial para recordar y reivindicar el 30 aniversario de la rebelión militar del 27 de noviembre (27-N), acción que, junto al alzamiento del 4 de febrero del mismo año, liderado por el comandante dio inicio al punto de quiebre de la llamada cuarta República y el modelo político conocido como “Puntofijismo”.
Durante la actividad, militares activos y retirados que estuvieron involucrados en el alzamiento colocaron una ofrenda floral frente a la estatua de Simón Bolívar.
En la jornada, en la que también se conmemoraron los 102 años de la Aviación Militar Venezolana estuvieron presentes, entre otros, el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, el comandante General de la Aviación Militar Bolivariana, M/G Santiago Infante Itriago; el comandante de la Defensa Aeroespacial Integral, M/G Hernán David García Perozo; así como los comandantes, Luis Reyes Reyes y William Fariñas, quienes fueron combatientes del 27 de noviembre de 1992.
“Hemos tenido un emotivo y hermosísimo acto aquí en la Plaza Bolívar”, destacó el gobernador Bernal.
El mandatario andino expresó que la rebelión cívico militar del 27-N “fue la reafirmación del 4 de febrero, con nuestro comandante Hugo Chávez, y eso consolidó la fuerza militar para dar paso luego al proceso histórico que hoy estamos viviendo con el presidente Nicolás Maduro”.
Agregó que, en su condición de integrante del grupo policial que participó en el alzamiento, es un orgullo constatar que, 30 años después, muchas de las caras que tomaron partido en la rebelión cívico-militar, “siguen igual, en la primera línea de combate, llenas de esperanza, reafirmando el camino de Bolívar, el camino de Chávez, y sobre todo, el camino del socialismo bolivariano”.
Al ser consultado sobre las amenazas políticas e imperiales que aún permanecen después de tres décadas, Bernal dijo que es necesario reafirmar la memoria.
“La memoria nos dice que tenemos un adversario histórico, que es el imperio de Estados Unidos, que nunca nos va a dejar descansar, que siempre, permanentemente, nos va a asediar, pero nosotros hemos demostrado, para cada batalla, hay un pueblo luchador”, dijo.
Recordó, a modo de referencia, que el 11 de abril de 2022, le dieron un golpe de Estado al presidente Hugo Chávez, “y el pueblo se movió en perfecta unidad y lo rescató, y luego en 2019, intentaron por Colombia una invasión” para derrocar al presidente Nicolás Maduro y provocar una guerra civil, “y una vez más el pueblo, junto a la milicia y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y el pueblo común, resistió y venció.
Finalmente, resaltó que la suma de estos sucesos ha consolidado en Venezuela la unión cívico-militar.
