El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ecosocialismo (Minec) e Instituto Nacional de parques (Inparques), diseña un protocolo para el control y mitigación del coral invasor Unomia Stolonifera (Acyclonacea, Xenidae) en los arrecifes del Parque Nacional Mochima, que comparten los estados Anzoátegui y Sucre.
Así lo informó el ministro Josué Lorca a través de las redes sociales, quien además anunció que concluyeron los trabajos de monitoreo e inspección, iniciados en junio del año pasado, para la identificación de las zonas afectadas por la presencia del octocoral invasivo, en el sector marino oeste, situado en el estado Anzoátegui.
Lorca detalló que se evidenció una cobertura media del 85% del coral (Unomia Stolonifera) sobre los arrecifes y fondos arenosos del perímetro de 15 islas seleccionadas de la región.
El también presidente del Instituto Nacional de Parques (Inparques), explicó que la observación mostró un incremento de 60% en comparación a la evaluación realizada en el año 2016 en las mismas áreas, diagnóstico que se logró con la inspección y monitoreo que se hizo.
Indicó que el protocolo de control y mitigación se ejecutará con “la participación activa de la Brigada del Mar adscrita a la dirección de Diversidad Biológica y el acompañamiento por el personal de Inparques, en conjunto con organismos como el INEA, Gobernación de Anzoátegui, Defensoría del Pueblo, Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el Consejo de Pescadoras, Pescadores y Acuicultores (Conppa) de Sotillo”.
Acciones locales
En el estado Anzoátegui, profesionales en el área del buceo, ciencias del mar, así como personal técnico voluntario de la fundación Pilares Marinos evaluaron el nivel de afectación específica en Isla de Plata y Playa El Mono, a fin de darle continuidad al plan de mitigación y control del animal exótico invasor.
Jesús Alvarado, buzo e investigador al frente de la fundación adscrita al Minec, refirió que han priorizado la fase de informar a toda la comunidad de Mochima y sus islas cercanas sobre la presencia del invasor, teniendo como principales aliados a los Consejos de Pescadores, a cuyos miembros se les ha notificado “sobre el desastre que está ocasionando este tipo de coral, a fin de que no sean propagadores”, al ser embarcaciones, anclas o redes de pesca los principales medios de transporte del coral, para llegar a áreas del parque que hasta ahora no están infectadas.
Asimismo dijo que en esa zona marina siguen las investigaciones y con visitas continuas se evidencia que tras la extracción manual, no han salido más brotes y hasta ahora el proceso ha sido eficiente.
Luego de realizar el último monitoreo acuático de esta etapa, Alvarado señaló que se encuentran atendiendo esta situación desde hace más de un año y han avanzado con las acciones vinculadas a extracción del Unomia las cuales se fortalecerán tras la presentación de un plan para el cual actualmente se está adiestrando al personal voluntario y que viene acompañado de mesas de trabajo para fijar el cronograma de extracción y determinar las áreas prioritarias.
El coral Unomia avanza en colonias
El Minec advierte que en las investigaciones realizada en la bahía de Patanemo (estado Carabobo) y en Mochima se determinó que las colonias del coral invasor se pudieron visualizar en distintos sustratos del lecho marino, donde su competencia por el espacio le permite también situarse sobre diversos materiales de origen antrópico tales como: plástico, metales, vidrios, redes, cuerdas, cauchos y distintas telas.
Asimismo concluyen que la muerte y debilidad que sufren los corales en esta última década, a consecuencia del cambio climático, pone en ventaja los altos porcentajes de cobertura del Unomia Stolonifera sobre los corales autóctonos de origen escleractinio, formadores de arrecifes de la región.
Refiere la información que a esta especie invasora también se le conoce como coral blando y llegó procedente de Indonesia.
La Unomia se asemeja a una alfombra vegetal en el fondo del mar, pero de cerca se asemeja a un repollo, que se expande.
Expertos indican que su daño radica en que en el Caribe no existen especies depredadoras de este tipo de coral, lo que permite su rápido desarrollo y, por ende, la destrucción de especies locales.
