El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, advirtió a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) que no debe tornarse en un bloque dedicado a repeler a China. La petición del canciller Szijjarto ocurre durante el segundo día de la reunión de titulares de Exteriores de países de la alianza atlántica en Rumanía del 29 al 30 de noviembre.
«No queremos que la Otan se convierta en un bloque antichino. No necesitamos el riesgo de una nueva Guerra Fría, dado que ya tenemos bastantes problemas», publicó Szijjarto en las redes sociales antes del inicio del segundo día de la reunión de cancilleres de la Alianza Atlántica en Bucarest.
El funcionario del Gobierno del presidente húngaro, Viktor Orban, señaló que el ejemplo de las relaciones entre Hungría y China «muestra claramente que la cooperación (con el gigante asiático), basada en el respeto y beneficio mutuos, es realmente posible».
Sin embargo vale recordar que en la cumbre de la Otan en España, el 29 de junio pasado, la alianza reconoció a Rusia como la “amenaza más significativa y directa” para la seguridad, paz y estabilidad de sus miembros, y asumió que enfrentan una “competencia sistémica” con China, porque desafían “los intereses y la seguridad de la alianza y buscan socavar el orden internacional basado en reglas”.
Las propuesta de Szijjarto ocurren un día después de que el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, aseguró durante su discurso en el banquete anual del Lord Mayor de Londres, que la «era dorada» entre Pekín y Londres «se terminó», aunque el británico destacó la importancia y el peso del gigante asiático en la política y economía globales.
A finales de septiembre el canciller húngaro, al reunirse con su par chino, Wang Yi, al margen de la Asamblea General de la ONU, declaró que la cooperación entre China y la Unión Europea beneficia a ambas partes, destacó Sputnik. y además que para el canciller húngaro, la ruptura de la cooperación económica con Pekín tendría consecuencias trágicas para Europa y Budapest hace todo lo posible para evitar tal desarrollo de la situación.
Durante la jornada inaugural del encuentro de cancilleres atlánticos en Bucarest, el canciller húngaro también pidió que la Otan no sea parte del conflicto en Ucrania.
«Para nosotros, los húngaros, el objetivo de esta reunión es que mantengamos en vigor las decisiones comunes de la OTAN adoptadas anteriormente que dicen que, por un lado, la OTAN no es parte en este conflicto y, por el otro, hacemos todo lo posible para evitar un conflicto directo entre la OTAN y Rusia», dijo Szijjarto a la prensa.
Posición de Hungría ante una nueva guerra fría
Vale recordar posición del Gobierno de Viktor Orban mantiene una posición de no beligerancia entre la Otan y Rusia, ha bloqueado iniciativas de medidas coercitivas contra Moscú y pide constantemente al bloque no ser parte activa de la guerra en Ucrania, al tiempo que enfatiza en lo contraproducente para Europa que es el bloqueo a Rusia. Ahora el Ejecutivo del país de Europa Oriental aboga por no elevar la tensión con China y evitar una nueva guerra fría, absurda en la realidad actual de economías mundiales entrelazadas.
En paralelo a la política de no confrontación de Orban con Rusia y ahora con China, desde la Comisión Europea (CE) acusan a Hungría de corrupción y autoritarismo y con ese argumento le han bloqueado más de 13 mil millones de euros de fondos regionales.
Bloqueo de la Comisión Europea a Budapest
En paralelo a la reunión de cancilleres de la Otan en Rumanía, en Bruselas, la Comisión Europea (Ejecutivo de la Unión Europea) propuso, este miércoles, mantener bloqueados un total de 13.300 millones de euros de fondos comunitarios asignados a Hungría hasta que el Gobierno de Orban complete «27 reformas en aspectos clave de su Estado de derecho en los que se han detectado deficiencias». La UE bloqueó, en concreto, 7.500 millones de euros en fondos regionales y 5.800 millones del fondo anticrisis que deberían estar en las arcas de Budapest.
«Si no se cumplen (las 27 reformas que imponen a Budapest), el primer pago entero (de 7.500 millones de euros) será bloqueado y también los siguientes. En resumen, no fluirán fondos hasta que estos compromisos esenciales sean ejecutados adecuadamente», dijo a la prensa, respecto a la situación con Hungría, el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis.
Si bien la prensa alineada a la CE insiste en que el origen último de la disputa entre Bruselas y Budapest parte del expediente que la CE abrió a Hungría por violaciones del Estado de derecho que afectan a la gestión del presupuesto comunitario; que desembocaron en la propuesta congelación de un tercio de los fondos asignados hasta 2027 para los húngaros, lo cierto es que Orban ha sido una piedra en el zapato de los interese más guerrerista de la Otan en Europa y se ha negado a sacrificar el bienestar económico y energético de sus ciudadanos para apoyar a Kiev en la guerra con Rusia.
En otras palabras el gobierno húngaro, ahora acusado de corrupto y autoritario por la CE, no ha querido adoptar el bloqueo al gas ruso, del cual depende el país, especialmente de cara al invierno que ya comienza en el norte.
Tras las acusaciones de la CE, Hungría tenía hasta el 19 de noviembre para adoptar 17 reformas legales ya aprobadas por el Ejecutivo de Orban pero los servicios europeos de análisis señalan que «sigue existiendo un riesgo continuado» que afectaría el presupuesto de la UE que se ejecuta en ese país.
También este miércoles, en Bruselas, el comisario de Presupuesto de la CE, Johannes Hahn dijo que hay «cuestiones sin resolver» en las reformas que Hungría ya adoptó, y aunque reconoce que el asunto van «en buena dirección», preguntó si el Ejecutivo de Orban ha hecho lo suficiente para adaptar o incluso retirar la propuesta de bloqueo de recursos. «La respuesta es no», indicó Hahn.
Por su parte, el titular de Justicia de la CE, Didier Reynders, señaló que el Ejecutivo comunitario seguirá «muy vigilante» en el «escrutinio del progreso hecho por Hungría para ejecutar estos compromisos».
«Son vinculantes y fijados en el tiempo. Son ‘superhitos’ (los 27 requisitos) que tienen que ser adoptados e implementados antes de que Hungría haga su primera petición de pago del plan de recuperación», remarcó Reynders.
Tanto la aprobación del plan anticrisis con 27 ‘superhitos’ para Hungría como la congelación de los fondos regionales propuestas este miércoles por la Comisión Europea, son decisiones que deben ser aprobadas formalmente por los Veintisiete países de la Unión Europea durante la próxima reunión de ministros de Finanzas pautada para el próximo 6 de diciembre.
Al borde de otra guerra mundial
También en la primera jornada de la reunión de cancilleres de la Otan en Rumania, el canciller húngaro destacó que el secretario general de la lianza atlántica, Jens Stoltenberg, durante la reunión en Bucarest dio a entender que esa liga militar no es parte del conflicto en Ucrania, y enfatizó como el incidente los misiles antiaereos de fabricación rusa que lanzó Ucrania y cayeron en territorio polaco matando a dos personas el 15 de noviembre, puso al mundo al borde de otra guerra mundial.
