Lapatilla
Roberto Miller
Una futura mamá de 22 años caminó más de 2500 millas desde su casa, en Venezuela, hasta la frontera entre Estados Unidos y México. Luego se subió a un autobús a la ciudad de Nueva York con la esperanza de una “vida estable” para ella y su bebé niño.
Por New York Post
Ahora, sus vidas están en el limbo.
Veronica, que está embarazada de seis meses de un bebé, huyó de su patria políticamente desgarrada el 22 de julio, soportó un viaje de 16 días hasta la frontera sur y luego un viaje en autobús de tres días a través de Estados Unidos, completamente sola.
“El viaje fue muy difícil”, le dijo a The Post a través de un traductor el miércoles en Port Authority en Manhattan. “Como estaba viajando por diferentes países, muchos de ellos no querían dejarnos pasar y para mí, que esperaba un hijo, eso fue muy complicado”.
Roberto Miller
La joven migrante, que pidió que no se usara su apellido por temor a la deportación, se encontraba entre los cientos de personas que cruzaron la frontera que fueron enviadas a ciudades santuario como Nueva York y Washington, DC por el gobernador de Texas, Greg Abbott, como parte de una disputa política en curso sobre las políticas fronterizas del presidente Biden.
“Cuando llegué a la frontera, recibí atención médica básica”, dijo Verónica. “Me dijeron que corría el riesgo de perder mi embarazo y que podría tener que someterme a un aborto de emergencia y, obviamente, eso fue una experiencia muy traumática para mí”.
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