el escenario de la lucha política, armada o no, de tiempos pasados ya existían los traidores o vulgarmente “sapos” que delataban a sus compañeros y colocaban en aprietos o situación de peligro a cualquier organización política de oposición al gobierno. Así sucedió en la época de la dictadura perezjimenista, como en los gobiernos de AD y Copei, para señalar este elemento como algo abyecto, vil en extremo, en la vida política de un país. Pero pensar que ese tipo de delación iba a suceder en lo jurídico era casi imposible, no podía aceptarlo el derecho. Sin embardo, resultó que el Derecho Penal, de un tiempo para acá, ha sido invadido por la emergencia, una tendenccia que trastocó los cimientos de un Derecho Penal de la democracia a los de un Derecho Penal de la seguridad o arbitrariedad que en el campo jurídico comenzó a darle un tratamiento bondadoso y de premiación a los delatores o “arrepentidos”. Hace más o menos cuatro décadas se hicieron leyes en Alemania, Italia, Francia, España o Reino Unido, que legalizaron un tratamiento especial para los que delataran a sus compañeros de organizaciones de lucha armada o violencia política.
Esta nomativa europea sobre ”arrepentidos” o delatores, en vez de proteger el principio de inocencia, es benévola con el traidor. Se trata de un “arrepentimiento” perversamente calculado por quien delata a su compañero de delito para obtener beneficios procesales y rebajas de pena. Es una conducta cobarde negociada en tribunales para dejar de ser acusado y pasar a ser testigo en perjuicio de la persona delatada. Es el “testigo de la corona” -como diría Winfried Hassemer- que constituye un ataque central a los principios propios del estado de derecho en el proceso penal. Es el acusado o coautor de un delito que pasa a ser testigo y beneficiado jurídicamente por su traición.
Iñaki Rivera Beiras, profesor de la Universidad de Barcelona, señala que en un sistema de delación “terminará por cumplir menos condena, no quien delinca menos, sino quien delate más”. Por desgracia, a nosotros los venezolanos nos salpica esa justicia que pacta con el delincuente. ¿Quién aportó ese virus al COPP? Dice el artículo 40 que se le rebajará la pena a la mitad cuando el imputado colabore con la investigación o proporcione información para probar la participación de otros
