Venezuela
This article was added by the user . TheWorldNews is not responsible for the content of the platform.

La increíble historia de los billetes de 10.000 y 100.000 dólares

El billete de 100.000 dólares fue creado en plena Gran Depresión en 1934.

El dinero en efectivo está en el punto de mira. Las instituciones europeas ya hablan abiertamente de la posibilidad de suprimir el billete de 500 euros, mientras que en EE.UU. también se abrió el debate sobre los billetes de 100 dólares. Parece que en el futuro el dinero será de plástico, pero en el pasado tuvieron un papel importante en la historia del dólar.

Por Clarín

No, no vamos hablar del famoso billete de 1 billón de dólares que Fidel Castro robó al maléfico Señor Burns en un célebre capítulo de los Simpsons. Hablamos de 100.000, 10.000, 5.000, 1.000 y 500 dólares, las mayores denominaciones de la divisa estadounidense en la historia, aunque hoy en día es el de 100 dólares el mayor.

Existieron en diversas formas y tipos, como papel moneda, como dinero privado, bonos del Tesoro o como certificados de oro desde finales del siglo XIX. De todos ellos, los más curiosos son los casos de los dos mayores.

El billete de 100.000 dólares

El billete de 100.000 dólares, en cualquier caso, no fue un billete al uso. Creado en plena Gran Depresión en 1934, fue emitido como un certificado por su valor en oro respaldado por el Tesoro de EE.UU. y nunca circuló públicamente, solo servía para facilitar las transacciones entre los diferentes bancos del sistema de la Reserva Federal.

El billete de 1.000 dólares con la imagen de Grover Cleveland, el único presidente en gobernar la Unión Americana en dos periodos no consecutivos.

Solo se emitieron 42.000 de estos certificados y tienen otra particularidad única: no es legal poseer uno y solo se encuentran en museos, aunque los diferentes bancos de la Fed todavía conservan algunos.

Más interesante es la historia detrás del billete más grande de dólar que ha circulado es el de 10.000 dólares (y que sigue circulando, porque es perfectamente legal, aunque si se encuentra con uno, lléveselo a un coleccionista, le pagará más por él).

Lea más en Clarín