Nicolás Maduro encabezó, este jueves 8 de diciembre, la celebración del «Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías», cuando el expresidente se dirigió al país por última vez, en 2012, y presentó al actual gobernante como su sucesor.
La actividad conmenzó con la marcha desde Plaza Venezuela hasta el Cuartel de La Montaña, en el 23 de enero, en la que participó Maduro junto a la primera dama, Cilia Flores, dirigentes políticos como el diputado Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y funcionarios del Ejecutivo.
Maduro aseguró que nunca consideró ser Presidente. «Chávez sabía que podía confiar en nosotros porque no le ibamos a fallar ¡Y no le hemos fallado! Nunca tuvo ni un minuto de duda de que el pueblo venezolano continuaría su camino», aseveró.
El mandatario sostuvo que han pasado 10 años «desde que el pueblo de Venezuela le ha dicho al comandante Chávez: ¡Leales siempre, traidores nunca!».
Estamos en la batalla permanente contra los métodos individualistas, caudillistas, egocentristas. Estamos en la batalla permanente por buenos y nuevos método de conducción humana, colectiva, socialista», refirió.
Puntualizó que en la educación está la clave para profundizar la revolución bolivariana.
“Un proceso histórico, tan hermoso de tanto impacto emocional y político como el proceso revolucionario no solo es el proceso de Venezuela, es el impacto mundial, continental que ha tenido y tiene la revolución bolivariana y socialista del Siglo XXI, fundada por nuestro Comandante Chávez en los pueblos y en los líderes del mundo», afirmó.
Maduro también se refirió a la crisis institucional del Perú. Dijo que el ahora expresidente Pedro Castillo fue acusado «por la oligarquía limeña» que, desde un primer momento se resistió a reconocer el triunfo.
Una vez que se juramentó comenzó la conspiración para un golpe parlamentario, comenzó el ataque, el desgaste, votos de censuras contra el gabinete, un acoso permanente, hasta que lo llevaron golpe a golpe, acoso a acoso, lo llevaron al extremo de intentar disolver el Congreso de Perú”, expresó.
Al mismo tiempo, el gobernante señaló que a Castillo seguramente lo van a»humillar» y encarcelar por 30 años.
En ese contexto, indicó que, en Venezuela, rige una «una fuerza política militar». Sostuvo que esta fuerza ha actuado con»inteligencia, estrategia, jugando las piezas en el momento que hay que jugarlas y jugándolas bien”.
Asimismo, puntualizó: «Hoy se nos admira cada vez más. Cuando uno ve lo que ha pasado en Perú, se crece la revolución bolivariana con su pueblo y su unión cívico-militar, implacable, impecable y perfecta”.
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