La reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, que inició este lunes su tramitación parlamentaria, enfrentará mañana martes la segunda jornada de protesta unitaria de los sindicatos, que se anuncia al menos tan masiva como la del 19 de enero, reseña EFE.
De acuerdo con las filtraciones a los medios, los servicios de información de la policía anticipan entre 1 y 1,2 millones de manifestantes en las alrededor de 240 marchas organizadas por todo el país, cifras similares a las de la primera movilización.
Esos servicios de información temen que en la marcha que organizan los ocho grandes sindicatos en París por la tarde, entre la plaza de Italia y la plaza Vauban, haya entre 200 y 400 radicales y de 1.000 a 2.000 «chalecos amarillos», que «podrían intentar que la movilización degenere», según la emisora France Info.
Gérald Darmanin, ministro francés de Interior, anunció que, para tratar de evitar alteraciones del orden público, se desplegaron 4.000 policías y gendarmes en París, capital francesa, y que la cifra de uniformados para todo el país será de 11.000; mil más que en la protesta del día 19, cuando se registró la primera gran jornada de huelgas y protestas en contra de la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno de Macron.
Desde su anuncio, el plan de Macron, que propone retrasar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años y aumentar hasta 43 años el periodo de cotización necesario para obtener una pensión completa, ha generado un fuerte rechazo entre los franceses.
La convocatoria de los sindicatos a la jornada de huelga de ese jueves 19 de enero, asciende a más de 200 manifestaciones por todo el país, donde ya se siente el efecto en los sectores del transporte, la educación y refinerías.
Durante las protestas del 19 de enero pasado se calculó que salieron a la calle 1,1 millones de personas, esto según la policía, y más de 2 millones, de acuerdo con las estimaciones de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Darmanin, que ha advertido de que «serán detenidos» quienes ataquen a los agentes o a los manifestantes, ha subrayado la colaboración con los servicios de orden de los sindicatos y ha dicho que espera que las manifestaciones se lleven a cabo «en las mismas condiciones» que en la primera jornada de protesta, «sin incidentes graves notables».
Más allá de las manifestaciones, el otro gran indicador del seguimiento de la jornada serán las huelgas, que se prevén de una amplitud similar en el transporte público.
Los paros de controladores aéreos han obligado a imponer a las aerolíneas la cancelación de un 20% de sus vuelos en el aeropuerto parisino de Orly.
