«Es increíble, pero estamos de nuevo amenazados por tanques alemanes», sentenció en su discurso el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin durante el concierto de gala con motivo del 80.º aniversario de la victoria en la batalla de Stalingrado, durante su visita a la ciudad rusa de Volgogrado.
Marcando la hazaña del pueblo de la URSS en el enfrentamiento con la Alemania nazi y sus aliados, destacó que Stalingrado «se ha convertido para siempre en un símbolo de invencibilidad» de la nación rusa.
«Ahora mismo, lamentablemente, vemos que la ideología de nazismo ya en su moderna manifestación vuelve a amenazar directamente a la seguridad de nuestro país», indicó Putin, equiparando los Panzer de Hitler con los blindados Leopard 2 de fabricación alemana, «que llevan [las mismas] cruces en sus lados», resaltó, los cuales algunos países occidentales prometieron suministrar a Ucrania.
El jefe de Estado señaló que se vuelve a intentar luchar con Rusia en la tierra de Ucrania con manos de seguidores de Hitler y del nacionalista ucraniano Stepán Bandera, refiere RT.
«Aquellos que arrastran a los países europeos, incluida Alemania, a una nueva guerra con Rusia y lo declaran irresponsablemente como un hecho consumado, quienes esperan derrotar a Rusia en el campo de batalla, al parecer, no entienden que la guerra moderna será diferente en absoluto», dijo.
Sin embargo, Putin advirtió que si bien Rusia no está enviando tanques a sus fronteras el país tiene con qué responder y destacó que no se limitará al uso de equipos blindados.
«Sabemos que, a pesar de los esfuerzos de la propaganda oficial, corrupta en esencia, de las élites occidentales hostiles, tenemos muchos amigos en todo el mundo, incluidas América, Norteamérica y Europa», subrayó el mandatario ruso.
Según explicó posterior al evento el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, esto significa que Rusia tiene el potencial, «y a medida que aparezcan nuevas armas entregadas por el Occidente colectivo, Rusia utilizará de manera cada vez más completa el potencial que tiene en su operación militar especial».
La batalla de Stalingrado, que tuvo lugar del 17 de julio de 1942 al 2 de febrero de 1943 en las actuales regiones rusas de Vorónezh, Rostov y Volgogrado y en la república de Kalmukia, fue un punto de inflexión en la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial. El acontecimiento se convirtió, tras la rendición alemana el 2 de febrero de 1943, en un presagio de victoria del Ejército soviético sobre las tropas nazis.
La batalla continuó 200 días a orillas de los ríos Don y Volga, y luego cerca de Stalingrado (la actual Volgogrado) y en la propia ciudad. Más de 2,1 millones de personas participaron en esta batalla en ambos bandos en diferentes fases de los combates.
Durante la batalla de Stalingrado, el Ejército soviético eliminó aproximadamente una cuarta parte de todas las fuerzas de la coalición de Hitler que operaban en el frente soviético-alemán. Las pérdidas totales de las tropas nazis fueron más de 1,5 millones entre muertos, heridos, prisioneros de guerra y desaparecidos en combate.
