El alto funcionario diplomático señaló desde la Duma rusa que Washington "está cortando la rama en la que se sienta"
Serguéi Riabkov, vicecanciller ruso, señaló este martes que, con la pretensión desde la Unión Europea (excluyendo Hungría), el G7 y Australia de poner un tope de $60 al precio del barril de petróleo que exporta por barco la nación eslava, Washington y Bruselas se perjudican a sí mismos.
«EEUU, recurriendo a ese tipo de artimañas y arrastrando a sus propios aliados en Europa bajo sus decisiones, está cortando la rama en la que se sienta», declaró Riabkov durante una rueda de prensa en la Duma Estatal rusa (Cámara Baja del Parlamento).
Señaló que las instituciones rusas ya están preparadas para afrontar las consecuencias de la restricción que desde el domingo entró en vigencia para quienes lleven petróleo ruso a los países que impulsan el bloqueo a Moscú.
«Cómo reaccionará el mercado a continuación ya lo sabremos, pero en cualquier caso nuestros intereses en este ámbito estarán asegurados, de una forma u otra», manifestó Riabkov.
El funcionario reiteró que el Gobierno ruso califica como una «medida antimercado» el bloqueo a sus energéticos y que esa medida «puede complicar considerablemente la situación en los mercados energéticos mundiales», y advirtió que «no planea suministrar» petróleo a las naciones y a las compañías que asuman el pretendido tope.
