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Tras pasar unos tres filtros en la Embajada de Estados Unidos, en Bogotá, y llegar a la ventanilla para la entrevista con un cónsul, muchos se paralizan mientras les dan una razón al levantar el teléfono con el cual se entabla una breve comunicación con el funcionario americano, quien observa a través de una ventanilla.
Por El Tiempo
El esperado momento pasa como un suspiro, a la espera de que respondan: “su visa está aprobada” o, por el contrario, le informen al solicitante sobre un rechazo que resulta hasta doloroso para muchos por la espera que lleva consigo el proceso para el documento, y también por la inversión de 160 dólares.
Y aunque estas dos son las respuestas comunes, hay unas pocas personas que quedan en un limbo con la tercera opción: el proceso de su visa queda en trámite administrativo.
¿Qué es un trámite administrativo?
Una vez revisado el estatus de la solicitud de visa, esta aparece con el estatus de rechazado a través de la sección 221 (g) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Según la Embajada, esto significa que el funcionario consular determinó que el solicitante no era elegible para una visa después de completar la solicitud y la entrevista requerida.
Y también explica que es posible que el oficial consular reconsidere una solicitud de visa rechazada bajo 221(g) en una fecha posterior, con base en información adicional o en la resolución del proceso administrativo, y determine que el solicitante sí es elegible.
¿Qué sigue?
A muchos de quienes quedan en ese estatus les resulta toda una incógnita lo que ocurre, teniendo en cuenta que el pasaporte sigue en la Embajada y, además, se pide información adicional sobre los motivos del viaje a través de un correo electrónico.
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