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Clarín en el foco del conflicto mapuche: la villa turística que se convirtió en una zona militarizada

En las últimas 48 horas Villa Mascardi se ha convertido en una zona militarizada. Decenas de agentes de fuerzas federales fuertemente armados custodian la Ruta Nacional 40 que atraviesa el área de conflicto con un grupo autodenominado mapuche. En esta zona conocida por su atractivo turístico, a 35 kilómetros de Bariloche, ahora ningún vehículo ajeno a las fuerzas de seguridad puede detenerse.

Unos 7 kilómetros antes del área vigilada aparece el primer control de la Policía Federal y Gendarmería Nacional. A ellos se suman patrullajes de equipos especiales de la policía de Río Negro. La postal hace pensar en Colombia y otros puntos del Caribe con sus playas custodiadas.

Los agentes se reparten entre el asfalto y los costados de la ruta donde hay estacionados camiones hidrantes, móviles de comunicaciones con antenas satelitales y camionetas 4x4, entre otros vehículos. A simple vista se pueden contar entre 40 y 50 policías y gendarmes.

Llegando al Automóvil Club Argentino (ACA) de Villa Mascardi comienzan los controles más estrictos. El tiempo de espera  para cruzar la denominada Zona Cero de las usurpaciones es de 10 a 15 minutos. Se trata de un espacio de unos 2 kilómetros de longitud y fue totalmente ocupado por la comunidad Lafken Winkul Mapu en 2017.

Los controles están a los dos lados de la Ruta 40, entre Bariloche y Lago Puelo.
Los controles están a los dos lados de la Ruta 40, entre Bariloche y Lago Puelo.

La orden para cruzar la da un policía que levanta el brazo. Entonces arranca la caravana de conductores. Es una suerte de túnel de seguridad con una puerta de salida en su otro extremo en dirección a El Bolsón. En ocasiones cuando uno de los transportes es un camión con carga, un patrullero de la Policía Federal lo escolta durante todo el trayecto.

La ruta está parcialmente cortada por barreras rojas de plástico que permiten comprender con facilidad que no es posible transitar a una velocidad normal. Que aquello no es un paseo.

En el megaoperativo del martes, el Comando Conjunto intentó liberar la zona de quienes desde hace 5 años siembran el terror en el área, pero la fuerte presencia militar evidencia que el capítulo no está cerrado.

Los encapuchados siguen prófugos

Los líderes de la toma todavía están prófugos, a pesar de que uno de ellos, Matías Santana o el "mapuche de los binoculares", se mostró el mismo martes en una protesta en el centro de Bariloche en reclamo de que le entregaran a sus hijos después de la detención de su pareja, la "machi" Betiana Colhuan (21). El miércoles, las fuerzas federales se desplegaron por la montaña en busca de los encapuchados que escaparon del desalojo. Este jueves los siguen buscando. 

Las propiedades que formaban parte de la toma lucen como si hubiera pasado un tornado que arrasó con todo.

Agentes de fuerzas federales y de la Policía de Río Negro se reparten a lo largo de todo el trayecto.
Agentes de fuerzas federales y de la Policía de Río Negro se reparten a lo largo de todo el trayecto.

Del ex Hotel IOS, de la Cabaña las Retamas, por ejemplo, solo quedan hilachas. Un puñado de palos y paredes vacías que recuerdan que antes hubo “algo” allí. Todo lo que estaba en pie en la zona crítica ha desaparecido.

Según pudo averiguar Clarín, la intención de las autoridades es que las construcciones precarias sea sacas y los terrenos limpiados.

El borde de los terrenos, pegados a la ruta, fueron tapiados con planchas de metal y palos, en un intento por crear un fuerte o una muralla que protegiera la usurpación. Hay carteles pintados a mano por los mapuches que advierten “no pasar”, “no tomar fotografías”, irónicamente, en terrenos que pertenecen a Parques Nacionales y privados.

Móviles de la Policía Federal en la Zona Cero del conflicto.
Móviles de la Policía Federal en la Zona Cero del conflicto.

Enfrente, la playa que baña el lago Mascardi está desolada. Tampoco es posible visitarla.

En cierto modo, para que este imponente sector de montaña, camping y playa de unas 100 hectáreas vuelva a ser de “todos” el operativo militar tuvo que transformarlo en un rincón de “nadie”.

La incertidumbre de los propietarios

En el otro extremo del túnel de seguridad están Diego Frutos y Luis Dates dos de los vecinos de Mascardi que sufrieron la pérdida de sus cabañas La Cristalina y Las Retamas respectivamente a manos de los encapuchados que la policía busca.

Si no hay seguridad permanente los usurpadores van a volver. Acá no hay dos bandos violentos, estamos nosotros que vivimos pacíficamente y ellos que han tomado y destruido todo”, dice Luis.

Frutos y Dates confirman sentirse poco acompañados por la Justicia Federal que en los últimos 5 años ha accionado poco y nada en Mascardi.

No trascendió aun en su totalidad el texto de la orden de desalojo, pero se sabe que el motivo se relaciona directamente con el ataque del 25 de septiembre pasado a la casilla de Gendarmería Nacional y no con los 5 años de agresiones, ataques, robos y usurpaciones que vienen soportando los vecinos.

“Realmente no se qué pasó que autorizaron el desalojo, qué se movió en Seguridad o en la Justicia para que ocurra”, reflexiona Frutos ante Clarín.

Los vecinos esperan que el Comando Conjunto se quede durante meses y no días como se sospecha en Bariloche. Por estas horas se desarrolla en Bariloche el evento gastronómico “Bariloche a la Carta” y la ciudad está casi al 100%. Se espera que 30 mil personas lo disfruten.

Las certezas de que nada va a ocurrir por parte de las autoridades locales también se anclan en que el dispositivo de seguridad permanezca.

Bariloche. Corresponsal

MG