Argentina
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El caso Fernando Báez Sosa trajo al recuerdo dos asesinatos similares ocurridos en Posadas

Se trata de Iván Mercol y el “Pincha” Centeno, dos jóvenes posadeños asesinados en ocasiones distintas pero con puntos en común. Los dos, al igual que a Baez Sosa, fueron asesinados a golpes a la salida de un local bailable y sus casos llegaron a ser juzgados. 

Sin embargo, las condenas fueron distintas en cada caso.

Los asesinos de Iván Mercol recibieron una pena en “suspenso” de tres años. El 17 de octubre de 2014 la justicia condenó a Diego Cantallops y a Sebastián Ruiz a cuatro años de prisión por el hecho.

En su fallo de 62 carillas, el juez César Raúl Jiménez había asegurado que el 19 de marzo de 2006, había un escenario “de acontecimientos contra Iván” que lo ponían “en una situación de debilidad ante dos agresores que pegaban de uno y otro lado” dentro de Power.

En diciembre de 2016, con un fallo unánime, el Superior Tribunal de Justicia de Misiones revocó parcialmente la pena impuesta a Diego Cantallops y a Sebastián Ruiz fijando la condena en tres años de prisión en suspenso.

El STJ no cambió la calificación. Para los Ministros, se trató de un hecho de “homicidio en riña” (tipificado en el artículo 95 del Código Penal argentino). Además, dispusieron que una vez por semana, durante tres años, los condenados cumpliesen trabajos comunitarios en una cárcel. 

Los homicidas del “Pincha” Centeno, fueron imputados por “homicidio preterintencional”, lo cual quiere decir que lo asesinaron sin intenciones de hacerlo. 

Lo que pasó fue que una discusión que había empezado en el boliche, no terminó allí. A 20 metros de la esquina de 3 de Febrero casi Bolívar, Carlos Silvestrini y Lucio Mariani golpearon al “Pincha” hasta dejarlo tirado, según contaron testigos del hecho. Desde allí un amigo lo levantó y ayudó a llegar hasta su casa, donde vomitó y luego se acostó a dormir.

Según consta en las actuaciones judiciales del caso, cerca del mediodía, cuando su padre, Jorge Centeno, lo había despertado para almorzar, el «Pincha» le dijo «estoy mal, me duele la cabeza», razón por la cual lo dejó dormir un poco más. Cuando fue a buscarlo nuevamente cerca de las 13.00, lo encontró con un paro cardiorrespiratorio y en forma inmediata lo llevó al sanatorio, donde los médicos nada pudieron hacer para salvarle la vida. 

Años más tarde el juez Eduardo D’Orsaneo, dictó falta de mérito para ambos en la causa caratulada como homicidio preterintencional.

Fernando Báez Sosa | Aferrados a la Biblia y con la fe puesta en Dios: los rugbiers pasaron su primera noche en Melchor Romerohttps://t.co/DrXLOMrrzF

— misionesonline.net (@misionesonline) February 7, 2023