Argentina
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El Gobierno refuerza su discurso antiempresas con el apoyo de gremios y piqueteros

Solo entre 2011 y 2015 Cristina Kirchner tuvo que soportar cinco paros generales de la CGT. Apenas uno menos de los que sufrió Mauricio Macri los 4 años siguientes. Alberto Fernández, en cambio, puede jactarse de ser el último de los tres presidentes que -aun consumido el 62 por ciento de su mandato y con una inflación interanual del 58 por ciento- todavía sigue invicto. La pertenencia de la central obrera al Frente de Todos explica el detalle. El Gobierno, la CGT y las organizaciones sociales eligen señalar ahora como responsables del alza sostenida de precios a “los (empresarios) formadores de precios”. Los movimientos sociales del oficialismo, que el miércoles marcharon contra las empresas alimentarias, la semana que viene volverán a salir a la calle mientras la CGT también evalúa una movilización contra compañías del sector.

La ironía del dueño de los supermercados La Anónima Federico Braun en el encuentro de AEA, le sirvió a Cristina Kichner para justificar su diatriba contra “la codicia” -una expresión que utilizó de manera explícita en 2015- de los empresarios más grandes del país. Fernández se plegó al discurso de la ex presidenta. El humor o la sinceridad de Braun (como apuntó la vice vía Twitter) que se río al afirmar que sus supermercados remarcan precios todos los días, cayó mal entre algunos de los empresarios presentes en el Sheraton cuya carcajadas de todos modos se escucharon tras “el chiste” del supermercadista. Creían, como ocurrió, que servirían para aglutinar a todo el oficialismo detrás de la misma bandera. 

Los dichos de Braun motivaron, además de la respuesta casi a coro del binomio presidencial, la de referentes de los movimientos sociales con cargos en el Ejecutivo, pero también la de dirigentes cegetistas cercanos al kirchnerismo, de la central obrera en su conjunto, e incluso la ministro de Economía Martín Guzmán, que ahora -con Guillermo Hang, en la secretaría de Comercio- quedó a cargo de la política de precios. El reemplazante de Hang, en el directorio del Banco Central, Agustín D´Atellis, también advirtió sobre las herramientas a disposición del Ejecutivo para hacer cumplir los acuerdos de precios. La confluencia de ese universo ecléctico contra los empresarios anticipa parte de la línea de acción del Frente de Todos, que se prepara para salir a la calle.

La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que lidera el Evita pero en la que también confluyen organizaciones más críticas como la Corriente Clasista y Combativa y el MTE de Juan Grabois, volverá a salir a la calle, al Congreso, esta semana para reclamar por la agenda Tierra-Techo-Trabajo, producto de la encíclica papal. 

El apoyo a esa iniciativa no será todo. El sábado organizarán un banderazo en todo el país para exigir que los mil millones de dólares que sueña con recaudar Guzmán -con el proyecto de renta inesperada- se utilicen para proyectos para ese sector, como la urbanización de barrios, la construcción de viviendas y fondos para el desarrollo de la economía popular.

Este miércoles, militantes de la UTEP se manifestaron frente a la sede de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y frente a plantas de multilatinas como ARCOR y gigantes como Molinos en 12 provincias. Ya dialogan con la CGT para replicar una manifestaciones contra las empresas de mayor envergadura.

Antes de la marcha de esta semana, el Presidente los avaló. “Hay una fuerte concentración en el sector lácteo, en el sector alimenticio. Ellos también también tienen que colaborar”, dijo a Clarín.

A la misma hora en que las organizaciones se manifestaban, el titular de la COPAL Daniel Funes de Rioja, que también preside la Unión Industrial Argentina (UIA) se encontraba en Suiza en la cumbre de la OIT, junto a varios de los principales dirigentes de la CGT, como Gerardo Martínez, de la UOCRA, y dos de los co-secretarios de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña.

En Buenos Aires, el tercer miembro del triunvirato cegetista, Pablo Moyano -que tiene llegada a Máximo Kirchner- blanqueó que la central obrera analiza una movilización contra las empresas formadoras de precios. “Es necesario desde la CGT convocar a una marcha para repudiar las expresiones de Federico Braun y empresarios de la Asociación Empresaria Argentina y también su política inflacionaria”, despotricó Moyano. El líder camionero también dejó sobre la mesa un pedido para universalizar el salario familiar para los trabajadores registrados. Omar Plaini, muy cercano a los Moyano y secretario gremial del PJ Bonaerense, también se plegó al reclamo en contra de los dichos de Braun y a favor de una marcha.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero e integrante de la plana mayor de la Unidad piquetera, que reúne a las organizaciones de izquierda, no se llevó la respuesta que esperaba de la CGT y de la CTA de los Argentinos, a los que reclamó el miércoles en persona que se plegaran a un paro nacional, el primero contra la administración de Fernández. Aunque esa medida está lejos de concretarse y tendría consecuencias al interior del Frente de Todos, la reunión constituye un gesto que hasta hace pocos meses era impensable. “Los empresarios deben reconocer sin excusas su parte de responsabilidad respecto de la situación actual de alta inflación”, expresó el consejo directivo de la central obrera este jueves en un comunicado.

Cristina Kirchner le pidió al Presidente mayor firmeza con los empresarios. “Hay que sentarse, no como amigos”, le sugirió en el acto de YPF, minutos antes de pedirle que use la lapicera. El Presidente, que ese día defendió el derecho de los empresarios a ganar plata -“no es una indecencia, dijo”- y una semana antes promocionó la visita de Paolo Rocca a la Casa Rosada, ajustó su discurso. “Muchas veces hablé de la inflación autoconstruida. Se trata simplemente de la remarcación de precios por parte de muchos comerciantes”, sentenció el Presidente frente a periodistas acreditados en Casa Rosada antes de embarcarse a Los Angeles. La mesa de precios y salarios con empresarios y gremios a la que el Presidente convocó en marzo, en tanto, sigue suspendida.

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