Argentina
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La interna en La Matanza que amenaza la estabilidad del peronismo bonaerense

En La Matanza se acabó la paz. La furia desatada por la cobertura de una pared por parte del Movimiento Evita en Isidro Casanova vino precedido por un acuerdo previo que habían alcanzado Máximo Kirchner con Emilio Pérsico y justo dos días antes que la Vicepresidenta recibiera, en su despacho, al dirigente piquetero y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social quien estuvo acompañado por el diputado nacional Leonardo Grosso y por la intendenta de Moreno Mariel Fernández.

Fernández había sido propuesta, mitad en joda y mitad en serio, por Pérsico como prenda de unidad cuando la relación del Movimiento Evita y Cristina Fernández de Kirchner atravesaban por el descongelamiento. Eran momentos donde también se debatía en el entorno de Máximo Kirchner si suspendían o derogaban, directamente, la aplicación de las PASO y las organizaciones piqueteras se habían puesto de punta con ese proyecto.

"Si la ponen a Mariel de vice y me dan tres diputados nacionales entre los primeros doce hablamos", había sido, palabras más, palabras menos, la propuesta irónica que le había lanzado Pérsico al joven Kirchner, donde también habían hablado del lanzamiento de su mujer, Patricia Cubría, actual diputada provincial, como candidata en La Matanza.

Para que Fernández "coronase" tenía que sufrir, paradójicamente, Verónica Maggario, actual vicegobernadora y aliada incondicional del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Para el oficialismo matancero, la suma de los rumores y los hechos concretos, como la disputa por una pared hicieron todo el resto. La desconfianza preexistente creció a niveles extremos con todos los demás aliados del Frente de Todos.

El otro que también disfrutó del encuentro con la vice fue Leo Grosso, por el cual ella tiene un aprecio especial. "Me parece bárbaro que quieras ser intendente... Pero no rompas nada", le dijo casi como consejo maternal.

Es que Cristina Fernández de Kirchner sabe cómo son las relaciones en el conurbano y no quiere que se produzcan más episodios como los que se dieron en La Matanza hace una semana, cuando militantes de una cooperativa del Evita fueron atacados por pintar un paredón que recordaba a Alberto Balestrini. "Esas cosas no se hacen. Hay pintadas emblemáticas, que nunca se pueden tocar, y los equipos de pintada lo saben. Pero como estos utilizan cooperativistas, que no entienden de estas cosas, se producen los conflictos", declararon en las cercanías del ejecutivo matancero.

Esa pintada que pretendió ser tapada le correspondía a una de las fracciones de la barra brava de Almirante Brown, que como la mayoría del club, tiene relación directa con Espinoza.

En tanto, el consejo de la vicepresidenta Grosso tiene que ver, también, con la situación particular que cohabita en General San Martín, donde la administración municipal es conducida políticamente por Gabriel Katopodis, a quien felicitó por su gestión en la cena que tuvo con los jefes comunales y los ministros en la Residencia de la Gobernación tras el acto de La Plata.

Por estas horas, además, los intendentes están organizando una reunión con Sergio Massa y Axel Kicillof para respaldar al ministro de Economía en lo que algunos interpretan, también, un virtual prelanzamiento de su candidatura presidencial, aunque la excusa es el apoyo al plan de precios justos.

"Creemos en un país que apuesta al trabajo y la producción y que crece con inclusión y justicia social. Acompañamos la enorme tarea de @SergioMassa para brindar sostenibilidad a la deuda pública y orden macroeconómico", expresó, el siempre cauto, Alberto Descalzo.

Consultados un intendente y un hombre de mucha confianza de otro, creen que "algunos lo hacen porque se exceden en la lisonja" mientras que otro, sintetizó. "Si va bien, el candidato es Alberto. Sino, Massa para hacer el sacrificio". Como se ve, las lealtades no abundan en el movimiento que festeja el 17 de Octubre.

RADICALES ATENTOS A LOS CAMBIOS

La Unión Cívica Radical de la Provincia de Buenos Aires está experimentando reacomodamientos que incidirán en el futuro tablero electoral de la oposición.

Tras una serie de errores no forzados, la suerte de Facundo Manes parece haber entrado en un cono de sombras y quienes estarían provocando el desconcierto son sus antiguos aliados y socios convocantes Maxi Abad y Gerardo Morales, que si bien se celan más de lo que se dice, tomaron conciencia que nunca reciben una "pared" cuando le tiran la pelota larga a los hermanos Manes, uno candidato presidencial, y el otro presidente de la Convención partidaria.

Sin quererlo, Manes, el más "alfonsinista" de los radicales, según su autopercepción, está teniendo más coincidencias internas de las que creía que iba a tener con el "halcón" mendocino Alfredo Cornejo, alineado con Patricia Bullrich.

Morales y Abad, mientras tanto, por diferentes circunstancias, muchas nacidas de algunas miradas políticas similares y otras más conectadas con su posicionamiento dentro de Juntos, más en alianza con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, han establecido un diálogo directo y más frecuente con Martín Lousteau.

Tanto han cambiado las cosas que ya pocos se acuerdan que hace casi un año, cuando se discutía la asunción de Morales al frente del Comité Nacional, ante un par de "provocaciones de Lousteau", le tiró un bajo con agua por la cabeza y casi llegan a agarrarse a las piñas. Hoy de los dos lados se acuerdan de esos episodios con una sonrisa.

A la par, extrañamente, aparecieron pasacalles por las rutas bonaerenses en las que Abad y Maricel Echecoin coincidían en espacio y modelo. Ambos habían asumido el mismo día como presidentes de la UCR y la Coalición Cívica de la Provincia de Buenos Aires, respectivamente. "Los imprimimos en el mismo lugar y la empresa los puso juntos", dijeron, enigmáticos.

Sigilosamente, algunos creen que no pueden quedarse de brazos cruzados esperando que "la superestructura" defina cómo quedarán las cosas. Al haber una especie de mensaje encriptado sobre la futura concreción de candidaturas cruzadas, casi siempre encabezados por dirigentes del PRO acompañados por los radicales, algunos territoriales empezaron a relacionarse por las dudas.

Sorpresivamente, ayer, en General Rodríguez, el ex intendente Darío Kubar junto con el presidente del HCD de esa localidad, Marcelo Basilotta, produjo su reaparición en radical de Vicente López Fabián Gnoffo, ex hombre fuerte de Enrique García, hoy aliado con Maxi Abad y promotor de la lista de unidad que evitó una sangrienta interna en el distrito que conduce Soledad Martínez.

Según confesó un experimentado dirigente radical de la Provincia de Buenos Aires, los alineamientos se dan mucho más espontáneamente de lo que muchos suponen, pero acepta que "si Larreta es el candidato, todo se acomoda mucho más rápido que con Patricia (Bullrich), a quien su manera de conducirse en esta puja interna descoloca a todos, inclusive a Mauricio Macri.