La premisa del entrenador de Australia, Graham Arnold, en los octavos de final ante Argentina, será hacer un partido largo. El equipo trata de mantener el cero en su arco y jugar con la paciencia de los argentinos, si es que no logran ponerse en ventaja en la primera parte del partido.
Asimismo, a la hora de hacer un análisis del equipo oceánico se debe destacar que los “Socceroos” tienen más conceptos y variantes que Polonia al momento de contratacar, debido a que posee jugadores rápidos por las bandas, aprovechando perfectamente las oportunidades que se les presentan.
Arnold repitió en los primeros tres partidos (1-4 ante Francia, 1-0 ante Túnez y 1-0 ante Dinamarca) a diez futbolistas. Es decir, a todos, salvo al marcador de punta derecho. Ante Francia, en ese lugar, estuvo Nathaniel Atkinson, quien fue reemplazado por Milos Degenek a los 39 del ST. En el segundo partido, ante Túnez, el titular fue Fran Karacic y otra vez entró Degenek, esta vez a los 29 del ST. Y ya ante Dinamarca, Degenek fue confirmado como titular.
El resto fue siempre el mismo: el arquero Ryan; los defensores Harry Souttar, Kye Rowles y Aziz Behich; los volantes Mathew Leckie, Aaron Mooy, Jackson Irvine y Craig Goodwin; y los delanteros Riley McGree y Mitchell Duke.
Por otro lado, se debe recordar el cambio de sistema de juego dependiendo del rival a enfrentar, ya que contra Francia apostaron por un 4-1-4-1, con Mooy metido entre los centrales para formar una línea de cinco y con McGree como cuarto volante. Ante los otros dos rivales, el sistema fue el clásico 4-4-2, con Mooy más adelante y McGree alternando con Duke en el ataque.