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Para Bank of America, que Sergio Massa no sea economista es la mejor señal para los mercados y el FMI

La llegada de Sergio Massa como ministrof de Economía busca apaciguar una macroeconomía que sufre más que nunca con la sangría de funcionarios de los últimos meses que inició la renuncia de Martín Guzmán y la posterior salida de Silvina Batakis.

Así, el ahora ministro de Economía, Producción y Agricultura debe enfrentar un aterrizaje de emergencia para ordenar números cada vez más ajustados. En este contexto, Massa anunció este miércoles un paquete de medidas económicas que tuvieron efectos mixtos sobre un mercado convulsionado.

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Así lo indica economista de Bank of America para Chile, Argentina, Uruguay y Venezuela, Sebastián Rondeau, en diálogo con Bloomberg Línea. Aunque cree que el desembarco de Massa es "un cambio positivo", insiste en la necesidad de esperar a que las medidas anunciadas efectivamente se apliquen.

Para Sebastián Rondeau, de Bank of America, el desembarco de Massa es "un cambio positivo".

Para Rondeau, en un panorama en el que gran parte de los frentes se encuentran debilitados, Sergio Massa es el indicado por el "poder político" que tiene en contraste con sus predecesores, un arma indispensable para hacer frente a la crisis económica.

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El analista de Bank of America insistió sobre que el factor más destacable de Sergio Massa es su influencia política, mucho más fuerte que la de la anterior ministra, Silvina Batakis

Según Rondeau, esto se debe a que "tiene, aparentemente, mayor apoyo de las distintas facciones políticas de la coalición, incluyendo a Cristina Kirchner".

El economista también cree que el mandato de Massa le permitirá tomar las "medidas correctivas" que precisa la economía ante la fuerte crisis cambiaria, la falta de reservas, el déficit fiscal, la necesidad de cubrir la deuda en pesos y la alta inflación como sus principales desafíos.

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En cuanto a este contexto, el analista subrayó la imperante necesidad de "acumular reservas internacionales para calmar el mercado cambiario" como el reto principal del nuevo funcionario. En este sentido, Rondeau indicó que el mercado espera medidas en materia cambiaria en los próximos días.

Al ser consultado sobre la posibilidad que tiene el Banco Central para efectivamente acumular reservas, el economista reconoció que el Gobierno ha tratado de evitar una "devaluación tradicional", pero indicó que se esperan anuncios respecto a un nuevo desdoblamiento cambiario.

"Se espera por lo menos que haya algún tipo de cambio dual para las importaciones y algún estímulo para las exportaciones que permitan empezar a acumular reservas internacionales, que están en niveles bastante bajos", profundizó.

Además, el especialista del BoA repasó otros de los desafíos principales que deberá afrontar Massa, empezando por la necesidad de controlar el gasto público: "Está creciendo demasiado rápido en el primer semestre y va a tener que caer en el segundo semestre para converger a las metas del FMI, y para bajar la monetización del déficit a un nivel que permita aliviar la demanda de dólares y la inflación", subrayó Rondeau. 

El mercado espera que Sergio Massa "siga dando señales de medidas para poder converger a las metas del FMI".

"Al mismo tiempo, que este programa integral permita que la economía siga creciendo", sumó a la lista. Y cerró remarcando la necesidad de que la inflación -la cual se proyecta por encima del 7% para julio, un nivel "muy alto"- "empiece a bajar como resultado de ese programa". 

 Finalmente, al ser preguntado sobre la posibilidad de que el FMI se muestre flexible en caso de que la Argentina incumpla con las metas del programa acordado a principio de año, Rondeau manifestó: "Esperaríamos que el nuevo ministro de Economía siga dando señales de medidas para poder converger a las metas del FMI".

En este sentido, destacó que, con las medidas anunciadas, Massa "dio las primeras señales positivas" ante el FMI, el cual ya ha mostrado "cierta flexibilidad con las metas trimestrales del segundo trimestre", aunque manteniendo las metas anuales como el déficit primario del 2,5% del PBI.

"Lo que puedo decir es que el FMI ha sido muy razonable y ha apoyado mucho a Argentina continuamente", resaltó Rondeau.