Después de la ejecución de Irán a un ciudadano británico iraní acusado de espionaje, el Reino Unido pidió sanciones para el fiscal general, Mohammar Jafar Montazeri.
Pasaron tres días desde el anuncio hasta que este sábado el gobierno iraní concretó la ejecución Akbari, funcionario de Defensa del país, acusado de entregar información a los servicios de inteligencia británicos.
Ante las autoridades, Akbari, de 61 años, fue presentado como un "espía clave" del Sevicio de Inteligencia Secreto (SIS). Al conocer la noticia, el primer ministro, Rishi Sunak, expresó públicamente su rechazo hacia la medida en sus redes sociales.
"Este fue un acto insensible y cobarde, llevado a cabo por un régimen bárbaro que no respeta los derechos humanos de su propio pueblo. Mis pensamientos están con los amigos y la familia de Alireza", comentó Sunak. Poco después, el Ejecutivo británico anunció que ordenó sanciones para el fiscal general.
