Los gobiernos deben tomar medidas para evitar que una crisis alimentaria azote al mundo, a medida que la invasión rusa a Ucrania eleva los precios de los cereales e interrumpe el suministro, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
(Vea: Inflación sin alimentos, en 6,5% por arriendos y restaurantes).
La organización, con sede en París, estima que hay suficiente producción de cereales para alimentar a la población mundial, pero los precios se han disparado y existe el riesgo de que la producción no llegue a quienes mas lo necesitan.
"Es mas necesario en Medio Oriente y África, donde podría causar no solo hambruna sino también inestabilidad política", dijo en Bloomberg Televisión la economista jefe de la Ocde, Laurence Boone.
Abogó por una mayor ayuda exterior para los países de bajos ingresos y una mejora de la logística para transportar productos agrícolas.
(Vea: Maíz, carne y nitrógeno, entre los que podrían bajar de precio).
El aumento de los precios de los alimentos también es un factor clave que impulsa la inflación y socava las perspectivas económicas mundiales.
La Ocde recortó su proyección para la expansión de la economía mundial al 3 %, desde el 4,5 % que había pronosticado antes de la guerra.
(Vea: Importaciones de alimentos de EE. UU. aumentan en Venezuela).
"La interrupción y los recortes a los cereales y la energía que surgen de la guerra obviamente están aumentando la inflación", dijo Boone.
"La inflación más alta está socavando la confianza del consumidor y, por lo tanto, el consumo", cerró.
(Vea: Hechos que mantienen los precios de los alimentos cerca de su récord).
BLOOMBERG
