Así viví mi primer simulacro de terremoto: Orden, quejosos y despistados se conjugaron en la capital

Simulacro Nacional de Evaluación por sismo. Aunque para todo el país el evento iniciaba a las 10 a. m, para mí compañera fotógrafa y para mí comenzó unos 20 minutos antes, revueltas entre decenas de brigadistas que verificaban que todo estuviera a punto para la evacuación.

Reconozco que soy primeriza y esta era la primera vez que vivía una experiencia de este tipo. La sede seleccionada fue las oficinas centrales del Banco de Costa Rica (BCR) en San José, para acompañar a unos 500 trabajadores y visitantes a vaciar ocho pisos del edificio en el menor tiempo posible, siguiendo los protocolos de seguridad.

El orden imperó entre quienes conocían de esta convocatoria de la Comisión Nacional de Emergencias para educar al país sobre cómo actuar en caso de terremoto, como el que se espera en Osa, Pacífico sur, en unos años. Sin embargo, en la capital también se congregaron los quejosos y despistados que no sabían lo que estaba ocurriendo.

Al llegar a la sede bancaria, ya algunas personas estaban dentro y se preparaban para el simulacro, caminaban rápidamente de un lado a otro, se colocaban sus chalecos reflectivos y cerraban el acceso al público. Una vez a las 10 a. m. las alertas comenzaron a sonar en todo el edificio y de inmediato los funcionarios empezaron a bajar las gradas y acomodarse del lado derecho en una fila.

Simulacro de terremoto en Costa Rica: Más de un millón de personas fueron evacuadas en todo el país durante simulación por sismo

Aunque ya todos se sabían el protocolo y lo hacían de manera ordenada y rápida, Michael Brenes, uno de los encargados de la Brigada de Emergencias les repetía y recordaba “Solo por el lado derecho de las gradas, sujétense del pasamanos todos”. El orden en que descendían los empleados era según la ubicación de cada piso, desde el primero hasta el octavo, sucesivamente.

Yo estaba en la entrada principal el punto donde más se aglomeraron personas, pero había otras dos puertas habilitadas en donde también se evacuó en menor cantidad. Al salir a la avenida central nos esperaba personal del BCR con señales de color verde que decían el nombre de cada uno de los pisos, ellos se ubicaban en los puntos de reunión y guiaban a las personas para acomodarse en las zonas seguras.

En total la evacuación tardó cinco minutos, en ese periodo de tiempo bajaron cinco centenas de personas entre funcionarios administrativos, clientes, personal de limpieza y subcontratistas. Al mismo tiempo, gran número de ciudadanos transitaban por la avenida y algunos curiosos se acercaban a preguntar qué estaba ocurriendo, otros incluso se asustaron mientras veían como atendían a un empleado del banco en una camilla, quien simuló ser un paciente al que rescataron tras desocupar la entidad.

Para ingresar nuevamente debimos aplicar otro protocolo. Primero las autoridades de ingeniería verificaron que el edificio estuviera completamente vacío y en óptimas condiciones, y luego dieron la orden de ingreso, en un radio comunicador se escuchó: “nos preparamos para ingresar, por favor caminar en orden”.

Una cadena humana de empleados de seguridad recibía a los funcionarios bancarios, quienes aparte de caminar en fila tenían que mostrar a los guardas sus carné de colaboradores. Los pisos uno, dos y tres fueron los primeros en entrar, pues según me contó Esteban Ardón, supervisor de bienestar laboral del BCR, esta es el área comercial y de atención al público.

El último en entrar fue el gerente general del BCR, Douglas Soto, quien sonreía y saludaba a quienes estaban cerca. Dijo sentfeliz de participar en el simulacro, porque para la institución estas actividades son muy importantes al vivir en un país altamente sísmico.

Eran las 10:45 a. m y las puertas de acceso al público se abrieron, oficiales de seguridad se comunicaban entre ellos por medio de los radios para las indicaciones de ingreso. En fila entraban quienes debían realizar algún trámite bancario, mientras extendían la mano y los guardas les daban alcohol en gel, les explicaban hacia dónde dirigirse.

Al otro lado, una puerta de vidrio dividía la pared de los clientes que también habían comenzado a ingresar pero a retirar dinero al cajero automático. Algunos agradecieron al personal de la brigada por el ejercicio y el aprendizaje; en cambio otros se quejaban de que habían durado mucho y se atrasaron en sus mandados.

Horas más tarde de que termináramos, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) reportó una evacuación masiva nacional de 7.000 edificios entre escuelas, colegios, albergues del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y centros de larga estancia, que llenaron parques, plazas y puntos de reunión para estar preparados ante un terremoto.

Celulares darán alerta de terremoto 30 o 40 segundos antes a habitantes del Valle Central