Costa Rica
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Ballena jorobada albina se paseó en Nosara, Guanacaste. Ella es una entre cada 10.000

Esta es una de las impresionantes fotografías de la ballena jorobada albina en Nosara, Guanacaste. (Felipe Chávez Jiménez)

Para el fotógrafo y piloto costarricense, Felipe Chávez Jiménez, fue algo sorpresivo mientras sobrevolaba la costa de Nosara, Guanacaste. “Al principio pensé que era una bolsa plástica grande flotando. Cuando tomé la foto pensé que era una ballena flotando panza arriba, pero luego le hice acercamiento a la foto y noté que la ballena era completamente blanca. En el momento no creíamos que fuera tan rara, pero luego de investigar me di cuenta de la importancia de foto”.

El encuentro con esta ballena jorobada albina, ocurrido este domingo 3 de octubre, es algo inédito porque solo una de cada 10.000 de estas especies nacen con este trastorno genético.

El hermoso cetáceo fue divisado cuando Chávez sobrevolaba la zona con su colega Arturo Aguirreurreta.

Según la bióloga marina de la Universidad Nacional (UNA), Gabriela Hernández, no hay ningún otro registro histórico de una ballena jorobada albina en Costa Rica. Los anteriores avistamientos fueron al otro lado del mundo, en Australia.

La especialista explicó a La Nación que la ballena fotografiada por Chávez forma parte de un enorme grupo perteneciente al hemisferio sur del planeta que migra hacia el norte a costas tropicales con temperaturas más cálidas para parir y aparearse.

Este enorme grupo estaría formado, según los últimos censos, por 10.000 ejemplares, y dado que la tasa de incidencia del albinismo en ballenas jorobadas es de una en cada 10.000, esto quiere decir que la fotografiada por Chávez sería la única de su grupo.

Como se ve en la imagen, el hermoso ejemplar albino estaba con la que parece ser su madre. (Felipe Chávez Jiménez)

El fotógrafo y piloto comentó que cuando la encontraron la ballena blanca estaba nadando junto con la que parecía ser su madre.

“Uno cuando busca ballenas, busca chapuzones. Las crías por lo general son súper juguetonas, dan vueltas y saltan por todo lado. Esta era un poquito más tranquila, la mamá se sumergió y ella se quedó flotando, a diferencia de las demás que he fotografiado esta es más tranquila. Contrasta demasiado en el mar, refleja la luz, es como ver un fluorescente en el agua”, detalló.

La ballena jorobada es uno de los animales más grandes de los que se tienen registro. Las hembras pueden llegar a medir hasta 16 metros de largo (los machos 14 metros), pueden pesar 36 toneladas y viven entre 60 y 80 años. Los ballenatos abandonan a su madre al iniciar su segundo año de vida, cuando ya miden hasta 9 metros.

La bióloga Hernández explicó que el albinismo es un trastorno hereditario en el que hay poca o ninguna producción del pigmento llamado melanina. La melanina que produce el cuerpo determina el color de la piel, el cabello y los ojos. Si bien los defectos genéticos que causan el albinismo pueden ser transmitidos de padres a hijos, esto no asegura que la prole vaya a ser albina también, sino que la incidencia es aleatoria.

Según la especialista, la condición de albinismo de los animales puede significar una desventaja en el ecosistema, pues carece de los mecanismos de camuflaje tradicionales: “El color de los cetáceos en general es un camuflaje, muchas especies son oscuras en las espalda y claras en el vientre, y es para camuflarse de los ambientes interno y externo. Eventualmente podría ser desventaja para depredadores como orcas o tiburones, que aprovechan las épocas de nacimientos.

“Sin embargo, tenemos la historia de Migaloo, otra ballena jorobada encontrada en Australia en 1991 y todavía está viva, así que dependerá de la suerte del individuo”, concluyó la bióloga.

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El fotógrafo Felipe Chávez aseguró que, con el reflejo del sol, la ballena blanca se iluminaba como un fluorescente. (Felipe Chávez Jiménez)

Migaloo, la ballena jorobada albina de 31 años

El último registro de una ballena jorobada albina ocurrió en 1991 frente a Byron Bay, Queensland, Australia. El hermoso cetáceo fue bautizado como Migaloo.

Según el blog de la fundación Pacific Whale dedicado a la emblemática ballena, la primera fotografía de Migaloo se tomó a través de un telescopio desde una distancia de más de 5 km. Pero en 1993, esta asombrosa ballena blanca fue avistada nuevamente en Hervey Bay, Queensland.

En 1998 grabaron su canto, que es un rasgo distintivo de las ballenas jorobadas macho, y en 2004, pruebas genéticas realizadas por científicos de la Universidad Southern Cross confirmaron que Migaloo es un macho.

Según Pacific Whale, el nombre Migaloo lo decidieron los ancianos del colectivo aborigen local en Hervey Bay. La palabra significa “tipo blanco” en la lengua local.

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Esta es una de las fotografías documentadas de la ballena blanca australiana Migaloo. (Pacific Whale Foundation)

“Los ancianos explicaron su conexión con todos los animales blancos o albinos y que aparecen en la tierra para ser respetados y reverenciados; que su color único demuestra la necesidad de respetar todas las formas de vida, incluso si parecen diferentes de lo ‘normal’. Deben ser honrados con reverencia y respeto, no con discriminación y vergüenza”, reseña el blog, fechado en 2019.

En 1991, cuando Migaloo fue avistado por primera vez, los investigadores calcularon por su tamaña que tenía entre 3 y 5 años de edad. Eso quiere decir que hoy la ballena tiene 31 años aproximadamente.

“Inicialmente, los científicos dudaron en afirmar que Migaloo tiene albinismo porque sus ojos son cafés en lugar del típico rojo o rosa. Sin embargo, un estudio genético realizado por investigadores del Centro Australiano de Mamíferos Marinos en 2011 confirmó que es un verdadero albino.

Migaloo es la única aparición conocida de una ballena jorobada completamente blanca en el siglo XX. Debido a que la ballena es tan visible y fácil de identificar, los investigadores de la Pacific Whale Foundation recopilan una gran cantidad de datos sobre sus avistamientos. Esto ayuda a los investigadores a comprender mejor las rutas migratorias de las ballenas jorobadas en el Pacífico Sur”, concluye la publicación.

Científicos consideran que Migaloo tiene aproximadamente 31 años de edad. (Pacific Whale Foundation)