Santa Cruz (Bolivia), 1 dic (Sputnik).- El Gobierno boliviano abrió la posibilidad de desmantelar los canales artificiales que llevan las aguas del río Silala a territorio chileno, con el objetivo de restaurar los bofedales donde nace el líquido, tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), según explicó este jueves el canciller Rogelio Mayta.
«Bolivia tiene soberanía sobre los canales (de las aguas del Silala), podemos desmantelarlo en el momento que consideremos oportuno, para restaurar los bofedales», explicó, en conferencia conjunta con el equipo jurídico boliviano en La Haya.
Tras seis años de alegatos, la Corte de La Haya, en Países Bajos, declaró que el Silala es un río internacional y que ambos países deben hacer uso equitativo de sus aguas.
El Silala es un manantial de agua dulce que nace en el departamento boliviano de Potosí, fronterizo con Chile, cuyo curso cruza al vecino país gracias a una canalización artificial, según reiteradas denuncias del Gobierno boliviano.
El diplomático recordó que anteriores gobiernos bolivianos intentaron desmantelar los canales, pero Chile respondió con amenazas de demandas en tribunales internacionales.
«Ahora está claro, Bolivia tiene soberanía sobre la canalización», reiteró.
Dijo que se pueden implementar piscinas piscícolas y embotelladoras de aguas, que ya tuvo proyectos pilotos en el pasado.
Mayta también dijo que se debe profundizar el diálogo con el vecino país, antes de acudir a tribunales internacionales.
«El fallo de la Corte (CIJ) nos debe dejar varias enseñanzas; como que países vecinos, antes de llegar a esas instancias, deben dialogar más», afirmó.
Sobre el planteamiento del presidente chileno, Gabriel Boric, de continuar con las discusiones de la Agenda de los 12 Puntos, Mayta respondió que lo que existe es una Hoja de Ruta que tendrá los puntos necesarios y que Bolivia no renunciará a su demanda marítima boliviana, en cualquier negociación.
Bolivia y Chile se enfrentan por segunda vez en la Corte de La Haya, en menos de cinco años, primero por la demanda marítima boliviana y luego por las aguas del Silala.
Ambos países mantienen relaciones diplomáticas suspendidas desde 1962, a raíz de la Guerra del Pacífico (1879) en la que los bolivianos fueron privados de una salida soberana al océano Pacífico. (Sputnik)
