San Salvador, 16 ago (Prensa Latina) El café de El Salvador consiguió sus mejores precios en décadas, según informaron hoy fuentes oficiales.
El Consejo Salvadoreño del Café (CSC) indicó que el quintal de café del ciclo 2021-2022 alcanzó un precio promedio más alto desde 1990, un 30 por ciento mayor, aunque el volumen exportado se contrajo por afectaciones en la cadena logística.
En la actualidad esta nación centroamericana exporta el grano a 41 países, aunque tiene en el mercado de Estados Unidos su principal cliente, donde la cotización alcanzó 220 dólares el quintal.
El precio promedio del quintal del aromático grano está en 229.06 para el ciclo 2021-2022, que recién finaliza su corta, y si se compara con el valor registrado en la anterior cosecha, la de 2020-2021, el grano salvadoreño aumentó 53.93 dólares estadounidenses su valor, un 30.7 por ciento más frente a los 175.13 pagados en promedio el año anterior.
Destacó el CSC que este valor es el más alto que registran desde la cosecha 1989-1990, hace 32 años. En este período, solo en 2011 y 2012 el quintal logró superar la barrera de los 200 dólares al vender a un promedio de202.52 y 225.86 dólares, respectivamente.
Los productores locales pueden vender café directamente con compradores y también por el contrato “C”, para cotizar en bolsa a precios futuros. Este último mecanismo es el que suele tener precios más bajos porque depende de los vaivenes del mercado internacional, indicaron expertos en el tema.
Según las estadísticas el CSC en el ciclo 2021-2022 se exportó 469 mil 718 quintales de café para un ingreso a las arcas de 107.5 millones de dólares, cifras comprendidas desde octubre del 2021 a junio del 2022.
No obstante la cifra de grano exportada disminuyó en 21 mil 064 quintales, un 4.3 por ciento menos frente a los 490 mil 782 enviados al mercado internacional el año pasado, algo que fue amortiguado por el alza de las cotizaciones.
Informes de la Organización Internacional del Café (OIC) pronostican que la producción mundial será menor que la demanda de consumo mundial, cuyos estimados prevén una producción global de cerca de 167.2 millones de sacos (unos 100.3 millones de quintales) para enfrentar una demanda de 170.3 millones de sacos (102.1 millones de quintales).
