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El Papa cuestiona ante unos mil jóvenes el modelo económico porque «la Tierra arde» y el capitalismo «mata»

Roma, 24 Sep. (EUROPA PRESS) – El Papa ha instado a cuestionar «el modelo de desarrollo» y de economía actual para evitar que «los hijos y nietos paguen una factura demasiado alta» porque «la tierra arde» y el capitalismo «mata».

«Se trata de transformar una economía que mata, en una economía de la vida, en todas sus dimensiones», ha declarado Francisco ante cerca de mil jóvenes reunidos en Asís, hasta donde ha viajado en helicóptero para participar en la conferencia ‘La economía de Francisco’.

En su discurso, Francisco ha abogado por que el trabajo sea justo para todos, lo que ha denominado como «el gran desafío» de la época actual, y ha señalado que la familia «atraviesa una gran crisis que repercute en la acogida y custodia de la vida». «El consumismo intenta reemplazar el vacío de las relaciones humanas. La soledad es uno de los grandes negocios de nuestro tiempo, pero genera gran infelicidad», ha incidido.

El Pontífice ha firmado junto a los jóvenes participantes una declaración de doce puntos en la que se comprometen a crear ese nuevo sistema económico más justo. En ese pacto, abogan por una «economía de paz, al servicio de la persona, de la familia, de la vida, que no deja atrás a nadie, que reconoce el derecho a un trabajo digno y seguro para todos».

Tras escuchar numerosos y emotivos testimonios de algunos jóvenes, Francisco les ha pedido que estén unidos para «hacer grandes cosas, hasta cambiar un sistema enorme y complejo como la economía mundial». Así se ha referido a la incapacidad del mundo de «custodiar el planeta y la paz», y ha dicho que ante esta «casa común que se cae a pedazos», es vital «transformar una economía que mata en una economía de la vida», con «una nueva visión del medio ambiente y de la tierra».

En su discurso, el Pontífice ha reclamado un cambio de modelo urgente y ha lamentado que las generaciones más jóvenes hayan heredado multitud de riquezas, «aunque el mundo no está siendo capaz de custodiar el planeta ni la paz».

Reunidos desde el jueves para avanzar en una economía alternativa que ponga en el centro a la persona, el Papa ha otorgado a los mil jóvenes participantes la responsabilidad de «convertiros en artesanos y constructores de la Casa Común».

El Papa ha reivindicado la importancia de los jóvenes en la sociedad actual, y ha dicho que «debe ir creciendo». «Una empresa en una economía sin jóvenes es triste, pesimista, cínica», ha recalcado.

Francisco ha instado también a las empresas e instituciones a avanzar en el camino de la reconversión ecológica, que «cada vez tiene más seguidores, aunque no es suficiente». «Debemos continuar por este camino y hacer más. El maquillaje no es suficiente, hay que cuestionar el modelo de desarrollo. La situación es tal que no podemos solos esperar la próxima cumbre internacional: la tierra arde hoy, y es hoy que debemos cambiar en todos los niveles», ha añadido.

Los participantes del proyecto ‘Economía de Francisco’ debían reunirse en Asís en marzo de 2020, pero la pandemia obligó a que el evento se desarrollará online. En esta cita en Asís, ciudad de San Francisco, cerca de mil jóvenes se han reunido durante tres días finalmente en persona para intercambiar ideas sobre cómo la economía puede construir una sociedad más equitativa y sacar propuestas que luego llevarán a sus comunidades de origen.

El llamado del Papa a cambiar la economía mundial

Durante el encuentro realizado en el Teatro Lyrick de Asís con personas procedentes de más de 100 países, el Papa les dijo que “con la ayuda de Dios” y viendo el mismo llamado en otros jóvenes, podrán “cambiar un sistema enorme y complejo como la economía mundial”.

“Nuestra generación les ha dejado un rico patrimonio, pero no hemos sabido proteger el planeta y no estamos asegurando la paz. Estánllamados a convertirse en artesanos y constructores de nuestra casa común, una casa común que ‘se está arruinando’”.

El Pontífice les recordó que una “nueva economía inspirada en Francisco de Asís puede y debe convertirse en una economía de amistad con la tierra y una economía de paz”.

“Son muchas las personas, empresas e instituciones que están haciendo una reconversión ecológica. Tenemos que seguir adelante en este camino y hacer más. La tierra arde hoy, y hoy debemos cambiar, en todos los niveles”, aseguró.

En Papa también se refirió a la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y a hacer sacrificios en estilos de vida que “siguen siendo insostenibles”.

La apuesta por una economía centrada en los pobres

El Papa explicó a los presentes que no todas las soluciones ambientales tienen los mismos efectos sobre los más pobres, por lo que “deben preferirse aquellas que reducen la miseria y la desigualdad”.

“Mientras buscamos salvar el planeta, no debemos descuidar a los que sufren. El dióxido de carbono no es la única contaminación que mata; la desigualdad también daña fatalmente a nuestro planeta”, resaltó.

El Papa recordó la figura de San Francisco de Asís, quien “amaba no solo a los pobres sino también a la pobreza misma”.

“Francisco fue a los leprosos no tanto para amarlos sino porque quería hacerse pobre como ellos. Siguiendo a Jesucristo, se despojó de todo para hacerse pobre con los pobres. De hecho, la primera economía de mercado nació en el siglo XIII en Europa a través del contacto diario con los frailes franciscanos, amigos de los primeros comerciantes”.

“Esa economía ciertamente creaba riqueza pero no despreciaba la pobreza. Nuestro capitalismo, en cambio, quiere ayudar a los pobres pero no los respeta; no comprende la paradoja de la bienaventuranza: ‘Bienaventurados los pobres’ (cf. Lc 6,20)”, agregó.

En ese sentido, el Papa Francisco instó a combatir la pobreza “creando trabajo digno”.

“Todos nosotros, incluidos los empresarios y los economistas, debemos comenzar: viviendo las paradojas evangélicas de Francisco”, enfatizó.

“En la época medieval, el movimiento franciscano pudo crear las primeras teorías económicas e incluso los primeros bancos para los necesitados (“Monti di Pietà”), porque miraba al mundo con los ojos de los más pobres entre los pobres”, agregó el Papa.

El Santo Padre aseguró a los jóvenes que “mejorará la economía si miran las cosas desde la perspectiva de las víctimas y los descartados”.

“Para tener los ojos de los pobres y de las víctimas, es necesario conocerlos, ser sus amigos. Y créanme, si ustedes se hacen amigos de los pobres, compartirán su vida, tendrán una participación en el Reino de Dios, porque Jesús dijo que de estos es el Reino de Dios”, dijo.

Al final de su discurso, el Papa recordó que “sin un trabajo digno y una remuneración justa, los jóvenes no llegarán a ser adultos de verdad y la desigualdad aumentará”.

“Es posible, a veces, que una persona sobreviva sin trabajo pero no vive bien. Así que mientras creas bienes y servicios, no olvides crear trabajo, buen trabajo y trabajo para todos”, concluyó.

Al final del encuentro, el Papa Francisco procedió a la lectura y firma del “pacto” de la Economía de Francisco, y pronunció una oración final antes de regresar al Vaticano.

Oración final del encuentro “Economía de Francisco”

“Padre, te pedimos perdón por haber dañado la tierra, por no haber respetado las culturas indígenas, por no haber valorado y amado a los más pobres de los pobres, por haber creado riqueza sin comunión. Dios vivo, que con tu Espíritu has inspirado el corazón, las manos y la mente de estos jóvenes y los has enviado por el camino de la tierra prometida, mira con bondad su generosidad, su amor y su deseo de dedicar su vida a un gran ideal. Bendícelos en sus empresas, estudios y sueños; acompáñalos en sus dificultades y sufrimientos, ayúdalos a transformar sus dificultades y sufrimientos en virtud y sabiduría. Apoya su anhelo por el bien y por la vida, levántalo frente a las desilusiones por los malos ejemplos, déjalo que se desanime pero en cambio que continúe en su camino. Tú, cuyo Hijo unigénito se hizo carpintero, concédeles la alegría de transformar el mundo con amor, ingenio y manos. Amén”.