La emisaria de Naciones Unidas para Birmania, Noeleen Heyzer, inició el miércoles sus reuniones con representantes de la junta militar en la capital Naipyidó en su primera misión al país, constataron periodistas de AFP.
La diplomática singapurense no respondió a las preguntas sobre si se podría reunir con la antigua dirigente Aung San Suu Kyi, derrocada por el golpe militar de 2021 y aislada en una prisión de la capital.
Heyzer tampoco precisó con quién se reuniría antes de abandonar el hotel escoltada por policías.
El lunes, Naciones Unidas se limitó a indicar que la nueva emisaria especial "abordará la situación que se degrada y las preocupaciones inmediatas, además de otros desafíos prioritarios de su mandato".
Heyzer llegó el martes a Naipyidó para su primera visita a Birmania después de su nombramiento en octubre de 2021.
Un día antes, Aung San Suu Kyi había sido condenada en uno de los múltiples procesos abiertos contra ella tras el golpe y denunciados por la comunidad internacional como una persecución política.
La premio Nobel de la Paz de 77 años, ya sentenciada a once años de cárcel, recibió otros seis años por corrupción.
Naciones Unidas y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han nombrado sendos emisarios para encontrar una solución diplomática a la crisis desencadenada por el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.
Los progresos son todavía escasos. "Creo que ni siquiera Supermán puede resolver el problema de Birmania", dijo a principios de agosto el enviado especial de ASEAN, Prak Sokohnn.
Desde el golpe, el ejército ha emprendido una represión contra la oposición que ha causado más de 2.100 muertes civiles y casi 15.000 detenciones, según una oenegé local.
Además, en un informe anual reciente, el mecanismo de la ONU de investigación independiente para Birmania constató pruebas crecientes de presuntos crímenes contra la humanidad.
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