Washington, 27 nov (Prensa Latina) El huracán Ian dejó en evidencia al sistema de atención médica de Florida, Estados Unidos, cuyos hospitales mostraron carecer de preparación para evacuar rápidamente a los pacientes, alertó hoy una fuente noticiosa.
Allí, donde es probable que por sus características constructivas algunas instalaciones ni siquiera puedan resistir el impacto directo de una gran tormenta, y pese a las órdenes de evacuación, cinco centros permanecieron abiertos y retiraron solo a un número pequeño de enfermos previo a la llegada del fenómeno, según los registros estatales.
Solo después de que el huracán azotara las instituciones asistenciales durante varias horas, el personal trasladó al menos a 640 pacientes de cinco hospitales en los condados de Charlotte, Sarasota y Lee, apuntó el reporte del diario Politico. En un caso, añadió, fue necesario retrasar el movimiento de estos durante horas porque era demasiado peligroso salir a la intemperie mientras se desataba la tormenta, y en otros la evacuación solo aconteció días después porque las instalaciones no podían obtener agua debido a la infraestructura dañada.
El huracán Ian tocó tierra en la costa suroeste de Florida el pasado 28 de septiembre a las 3 de las tarde con vientos de 240 kilómetros por hora.
La devastación que siguió fue inmensa y el Hospital Fawcett sufrió el mayor daño, acorde con la fuente.
Los vientos huracanados abrieron un agujero en el techo de la instalación de 238 camas, lo que permitió que las fuertes lluvias cayeran en el interior y los pisos de la unidad de cuidados intensivos se anegaron, comunicó.
Aproximadamente cinco horas tras la llegada de la tormenta, los funcionarios del hospital pidieron ayuda para evacuar a los pacientes, pero en ese momento era demasiado peligroso el traslado y hubo que esperar seis horas antes de poder comenzar a mover a casi 200 personas, informó el medio.
Asimismo, una investigación reciente de la cadena de noticias NBC News reveló que Ian causó la muerte de al menos 148 personas en Florida por el paso del fenómeno.
Gran parte del número de víctimas pudieron evitarse, estimó, y añadió cómo la tormenta de fines de septiembre sacó a relucir las deficiencias en la forma en la que los funcionarios comunican el riesgo, deciden cuándo ordenar las evacuaciones e identifican y ayudan a los más vulnerables.
