Costa Rica
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Óscar Ramírez rompió silencio con insospechado análisis sobre Costa Rica en el Mundial de Qatar

“Muy duro, el arranque fue muy duro, muy inesperado para todos, como lo dicen los muchachos, que ni ellos mismos se lo esperaban, igual nosotros; pero sí hay que darle valor a la recuperación, a ese partido de Japón donde se pudo ganar y luego el cierre, que era un ida y vuelta en algún momento”, expresó Óscar Ramírez en el podcast Peloteando, de la periodista Pamela Muñoz.

El Macho se queda con esa reacción que hubo después de la goleada de escándalo contra España por 7 a 0, pues vino el triunfo contra Japón y la caída contra Alemania por 4 a 2, en un partido donde se vio una actitud totalmente diferente.

“Creo que muy digna, muy de acuerdo a las circunstancias, la recuperación es muy notable. Es algo tal vez nuestro también, que nosotros ante momentos críticos siempre sacamos algo”, añadió Óscar Ramírez.

Después de lo que fue el Mundial de Rusia 2018, él se refugió en su familia, en sus negocios, en su finca y trató de poner distancia con el fútbol. Desde entonces, sus apariciones han sido muy pocas.

Esta vez habló por primera vez de lo que fue el Mundial de Qatar para Costa Rica y efectuó un insospechado análisis, en el que tocó puntos importantes, como la defensa para evitar una goleada, por qué es que siempre a la Tricolor le sienta más la línea de cinco y por qué si no se logra defender bien en presión alta lo mejor es echar el bus.

Ante la consulta de si faltaron amistosos esta vez, el Macho respondió que esa es una manera de darle rodaje al equipo y se remontó a lo que pasó para Italia 90, porque tuvieron muchos partidos antes y “llegamos muy fluidos”.

“Tuvimos el espacio que nos dio el campeonato y la gira a Italia, entonces nos dio para que el señor Bora (Milutinovic) hiciera varios partidos. Nos dio mucha fluidez y desde el primer partido se notó”, expresó el Macho.

Dijo que las cosas ahora han cambiado un poco, en el sentido de que no hay espacio, pero “los partidos amistosos yo siento que hay que hacerlos”.

“Son situaciones, creo que el señor (Luis Fernando Suárez) lo ve por el tema de lesiones, yo lo veo por el tema de comparativa”.

Óscar Ramírez puso de ejemplo lo que pudo realizar él en 2018, que fueron amistosos contra rivales pesados, como Bélgica e Inglaterra, porque era un parámetro para saber cómo estaba la realidad.

“Porque yo pensaba en algún momento tener las variantes de presionar más arriba o esperar, o ver el comportamiento del equipo ante situaciones para tener una realidad que era días antes. A mí en lo personal me gusta, para ver dónde estamos parados”.

Una vez que se saca la conclusión de cómo se está, también ese tipo de partidos ayudan para tener una visión de cómo más o menos va a pintar el Mundial.

“Yo lo hice con ese fin; puede ser que en este caso el señor quiera cuidar gente, o algo. Son criterios”.

Una particularidad de este Mundial de Qatar fue la época en la que se realizó, dejando un lapso corto de preparación para todas las selecciones.

“El periodo es corto. Cuando terminan los campeonatos y hay un periodo de casi un mes para estar con los jugadores y empezar el Mundial da un tiempo para ayudarse uno. En este es muy corto, casi una semana o quince días, lo más que tuvieron algunas selecciones. Eso da para pensar que el acumulado de lo que se había trabajado era lo que podía ayudar en este caso y siento que para uno como técnico sí es más complejo”, analizó.

¿Línea de cinco? El bus atrás…

“Es complejo, es un tema que tenemos tal vez nacional, el saber por qué nosotros tenemos que jugar de esa manera. De hecho, casi que en todos los Mundiales hemos tenido que jugar la famosa línea de cinco. Hay ciertas circunstancias de manejo, por ejemplo, aún así teniendo la línea de cinco, Alemania llegó muchas veces a las barbas de Keylor (Navas)”, opinó Óscar Ramírez.

Dijo que el fútbol ha evolucionado mucho con los mano a mano por los costados y los centros. Y que se necesita reforzar, tal y como Costa Rica lo manifiesta desde Italia 1990.

“No sé si acuerda, en el gol de (Juan Arnoldo) Cayasso que (Héctor) Marchena llega al área, en algún momento estaba viendo yo que contra Checoslovaquia, Mauricio (Montero) llegaba mucho al área. Entonces, tal vez el desprendimiento de los centrales en algún momento nos dio para tener esa parte de más ofensiva”.

Apuntó que los laterales también tienen una misión clave y que no es usar la línea de cinco por creer que eso resuelve todo.

“Porque en algún momento hay que jugar línea de cuatro, a nivel nacional yo lo hice, igual con la Selección en algunos partidos, pero hay que saber a lo que se va a enfrentar y en este caso la historia nos dice que nos cuesta contra ciertas selecciones por su empuje, por su arrastre, esos mano a mano por los costados necesitamos reforzarnos”.

De hecho, a pesar de que la ‘Sele’ hizo un reforzamiento defensivo contra Alemania, de igual forma recibió muchos centros.

“De alguna manera somos vulnerables y yo siento que es un trabajo de liga menor que hay que reforzar. En la historia nuestra son muy pocos los defensas rápidos. Imagine defensas en el medio campo, que no tienen un retroceso importante, nos vuelve muy vulnerables”.

Óscar Ramírez habló de que se necesita tener a los mejores entrenadores para los jugadores que tienen entre 12 y 18 años, en lo que llaman la época de oro del futbolista, porque es cuando el jugador está en formación y lo que aprende ahí lo succiona y lo va a poner en práctica.

“Al igual que en la escuela, los profesores de primaria son los mejores, haga caligrafía, en matemáticas apréndase bien las tablas y si eso lo metemos al fútbol: recepción, pase, marcar, principios muy básicos que son vicios que quedan ahí porque no hay quien corrija y llegan jugadores a un Mundial con un vicio que se nota”.

“En el Mundial un error, lo que llamamos nosotros una vuelta de perro, no estar con el perfil, regalar la línea de adentro… Un montón de conceptos que si nos prepararan bien, es una aplicación que tenés para toda la vida futbolística y eso no lo estamos haciendo”.

Según el Macho, esa es una misión que le toca a la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), como sucede en España, donde los jovencitos de ligas menores juegan igual que la selección y se entrenan como la selección. Así, los conceptos básicos ya están.

“Llegás a la Selección y lo que queda es trabajar un poco lo del rival y un poco de lo táctico y no tenés que estar encontrándote gente con un grupo con gente que sí manejan conceptos y otros que están tal vez en deficiencia. Tenés un revoltijo de alguna manera y tenés que homogeneizar en ese momento y son tres o cuatro días, entonces es muy difícil”.

Óscar Ramírez lo resume en establecer un modelo de juego nacional e insistió en que no se trata de un tema propiamente de la línea de cinco, porque se puede jugar la línea de cuatro, eso sí, mejorando para tener la calidad para hacerlo, con el biotipo.

“Con gente lenta no podés jugar una línea de cuatro, menos hacer una presión alta, porque ahora todo el mundo te brinca la presión, te juega al espacio y si tenés defensas lentos no. Te estás dando para que te metan una goleada. Hay que saber cómo resguardar eso”.

“Necesitamos ciertos biotipos para poderlos desarrollar, desde pequeñitos que tengan los conceptos claros de lo que es saber defender en presión alta y que él tenga esa parte desarrollada también para poder combatir eso, pero si no los tenemos, tenemos que echar el bus y saber pararnos bien para aguantar los embates”.

¿Cómo se hace eso?

“Digo yo que el país, porque desgraciadamente si la Federación, que es el ente que debería hacerlo no está claro, entonces pasa el tiempo, pasa el tiempo y pasa el tiempo y necesitamos ver eso”, respondió Óscar Ramírez.

Eso sí, apuntó que Costa Rica tiene una cualidad que es la parte que tal vez es la bonita: “somos muy emotivos y ante eventos donde no nos valoran, hemos hecho grandes proezas y eso es un handicap que tenemos a favor”.

“Deberíamos ser constantes, pero lo tenemos y pasó en 1990, 24 años después fue lo del 2014 y que dentro de otros 24 años, sería en 2038, que podamos esperar otro evento importante, como están los terremotos (ríe…), cada 50 años pasa algo”.

Luego de pronunciar esas palabras, recalcó que no debería de ser así, pero que es claro que el fútbol nacional necesita mejorar las ligas menores.

“Si no hay buenos profesores, por ejemplo, es increíble el tema de los centros, que un muchachito reiteradamente lo hace mal, lo hace mal, lo hace mal y no se corrige. Alguien tiene que enseñarle cómo meterle el pie a la bola, qué imaginarse en un mano a mano dónde están sus compañeros, un tema de cómo sacar la marca para poder contra la línea. Hay un montón de situaciones que reflejan un buen centro que es medio gol y vemos que fallamos y fallamos y no hay corrección”.

Eso que detalla es común y se ve en todos los partidos de la Primera División. Ahí cae en cuenta de que “estamos mal”.

“Si el muchacho tiene esa corrección trabajada, durante su vida lo va a hacer y es muy fácil ante un mal momento volver a recuperar eso practicando en pocos días, porque eso ya está metido, es como sacarse un casete”.

Insistió en que aquí se cree que se sabe marcar, pero solo falta con ver la cantidad de faltas que se cometen en los partidos.

“Marcamos por la espalda encima del jugador, provocamos cosas que no. No anticipamos, no jugamos el marcaje en diagonal, la coordinación de la línea es importantísima y yo veo que se invaden zonas, mucho concepto y mucha menudencia”.

Recordó que para Italia 90, Bora les insistía mucho en que el primer partido es importante ganarlo, pero no a lo loco.

“Yo les digo a los jugadores que es como una pelea. Si sabemos que él es bueno y yo me le meto de una vez en la primera es lógico que me va a golpear y me puede noquear de una vez. Pero si yo juego y lo preparo para llevarlo a mi campo y todo, puede ser que en algún momento el de la sorpresa sea yo”.

”Son cosas de cada quien. En el caso mío, yo lo veo así, me tocó lidiar con muchas situaciones y entonces me gusta en algún momento hacer creer cosas al rival y después cambiar, pero todos tenemos nuestra forma”, añadió.