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Incapacidad da al traste con el rescate de mona huérfana

Los rescates no siempre tienen un final feliz. Este es el caso de Melikki, una monita gun-gun, que intentó aferrarse una y otra vez a la vida. Cuando en octubre de 2021 su madre murió, producto de un choque eléctrico, la pequeña primate sobrevivió a sus espaldas.

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Vanessa Morales, oriunda del Manantial de Portobelillo, provincia de Herrera, se encontró con la triste escena. Motivada por proteger a Melikki contactó de inmediato a la Fundación Pro-Conservación de los Primates Panameños (FCPP), cuyo equipo le brindó la orientación para iniciar con la recuperación.

La fundación gestionó la custodia de la mona en la sede regional de MiAmbiente en Las Tablas, con el compromiso de asesorar a la persona que se encargaría de su proceso de rehabilitación.

La responsabilidad ahora estaría en manos de Cari Mackey y Ryan, dos viejos conocidos de FCPP y propietarios de Hacienda El Morrillo en Veraguas. Ellos liderarían este cuidado, con el acuerdo de seguir siempre la asesoría de los expertos y de MiAmbiente. El traslado entonces se puso en marcha.

El doctor Pedro Méndez-Carvajal, director de la FCPP, explica que el recorrido desde Las Tablas hasta El Morrillo duró cuatro horas y en el transcurso se le alimentó con hojitas de guarumo, retoños de harino y de javillo.

Méndez-Carvajal expone que aunque la despedida fue difícil, como científico sabe que el trabajo de rehabilitar a un animal silvestre herido, mantenerlo y cuidarlo sin encariñarse ni hacerlo codependiente es costoso y es un enfoque que no todo el mundo consigue.

Cari y Ryan decidieron llamar a la monita "Melikki", que en la mitología finlandesa significa la diosa de los bosques.'

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de octubre de 2021 la FCPP recibe el llamado para acudir al rescate de Melikki.

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de julio de 2022 muere la monita huérfana, luego de luchar contra diferentes vicisitudes.

En su camino de recuperación Melikki tuvo que luchar contra diferentes situaciones, desde un resfriado leve, parásitos hasta un cambio de dieta.

Su situación era diferente, pero no todo era negativo porque estaba rodeada de monos aulladores y las hembras del grupo vecino tenían infantes de la misma edad.

"Esto nos alegraba porque era el medio ideal para que la monita fuera acostumbrándose a su entorno y era casi seguro que iba a interactuar con los demás infantes de su edad, eventualmente jugaría con ellos y lograría mantenerse con una vida saludable entre los árboles", precisó Méndez-Carvajal.

El experto recalca que los primates son mamíferos familiares, que requieren cuidado parental después del nacimiento, y vida en familia para poder reconocer llamados, juegos, fortalecer sus destrezas de escape y detectar alimentos.

La mona siguió la ruta hacia su retorno a la vida silvestre. Como parte del proceso, Cari y Ryan subieron a Melikki en una jaula, hasta la parte media de los árboles (la cual medía unos 7 metros).

En febrero de este año la primate tuvo un leve resfriado, no obstante, gracias al apoyo de veterinarios, y el suministro de antibióticos recuperó la salud.

Sin embargo, en julio de 2022 la salud de Melikki empeoró. Comenzó a presentar síntomas de congestión. No quería tomar nada ni comer, y lloraba de dolor. Cari llamó a la veterinaria de MiAmbiente, Ana Angulo, y al veterinario Dimas, de Santiago. Los síntomas persistían. Cari trasladó a Melikki desde El Morrillo a Santiago, pero no recibía respuesta de ninguno de los profesionales de salud animal, luego fue referida a tiendas de mascotas.

El dilema era de salud, por lo que FCPP le recomendó la asesoría de la veterinaria Diorene Smith, del Summit. En las últimas 12 horas la mona solo se animó a tomar agua, no podía comer hojas ni algo sólido.

Méndez-Carvajal lamenta que para ese momento MiAmbiente no permitió que la veterinaria Ana fuera al socorro de Melikki, impidiendo lo que sería la última oportunidad para salvar a esta monita.

"Nosotros le proporcionamos el número de otro especialista veterinario de Costa Rica, por recomendación de otros profesionales, pero para el momento que íbamos a consultar, Cari nos envió una triste noticia, Melikki había fallecido en la madrugada del 8 de julio", rememora el biólogo.

Méndez-Carvajal recalca que la historia de Melikki deja una fuerte reflexión de lo poco que el gobierno panameño se interesa por ayudar a cualquier especie silvestre, sin inversión en facilidades adecuadas para salvar la vida de animales rescatados y sin veterinarios bien equipados.