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Atrévete a impulsar el crecimiento

“El éxito es una decisión. Atrévete a elegirlo”. Esta es una frase impresionante de Jill Konrath, estratega empresarial y autora del libro Vendiendo a Grandes Empresas, que considero que aplica perfectamente a las decisiones que como empresarios debemos tomar.

Los empresarios tenemos el gran reto del crecimiento. Cuando iniciamos un emprendimiento tenemos la enorme tarea de hacer que el negocio sea rentable. Cuando empieza, tenemos que establecer los pilares fundamentales del emprendimiento, lograr obtener un flujo de caja libre positivo para cumplir con las obligaciones del negocio, como los pagos de la planilla, luz, teléfono, renta e impuestos, entre otros. Sin duda, la parte más difícil de un negocio es el inicio. Una vez está en marcha, se genera un gran orgullo, pero los retos no terminan ahí.

Tener un negocio establecido conlleva muchísimos desafíos, que, en mi experiencia, nunca dejan de llegar. El orgullo de ver nuestro emprendimiento establecido nos da la gasolina necesaria para afrontar lo que se viene y promover su crecimiento.

En la medida que las organizaciones crecen, también se incrementan otros rubros: se requiere más inventario, más personal y más inversión. A su vez, se necesita liquidez para hacerle frente a los incrementos de gastos e inversiones. Esto, sumado al complejo entorno macroeconómico que se encuentra fuera del control de las empresas y cuyos factores tienen un impacto significativo en sus operaciones.

Es en esta situación donde los líderes nos encontramos en la posición de tomar decisiones para impulsar crecimiento orgánico o inorgánico. Definimos el crecimiento orgánico como cualquier actividad que hace que nuestro negocio crezca con las actividades normales; por ejemplo, aumentar clientes, incrementar valores agregados en nuestros productos, desarrollar campañas de mercadeo exitosas y expansión a otros mercados, entre otras actividades. Este tipo de crecimiento tiende a darse de forma natural si los fundamentales del negocio establecido son sólidos, las personas que la conforman tienen las metas claras y el manejo de costos es correcto. Sin embargo, es aquí donde encontramos el mayor reto: no necesariamente puede hacerse a un ritmo que cumpla con el crecimiento de las necesidades antes mencionadas de la organización.

Para lograr ese crecimiento exponencial y no lineal, tenemos que buscar opciones de crecimiento inorgánico. Es más difícil, ya que nos obliga a buscar oportunidades donde no las buscábamos antes y nos hace cambiar la perspectiva para dejar de ver a la competencia como enemigos, sino por el contrario, como posibles socios. También nos hace voltear la mirada a mercados más grandes que hoy se encuentran fuera de nuestra zona de influencia, pero que tienen un gran potencial. De igual manera, nos hace buscar fuentes de financiamiento que nunca habíamos considerado.

Las decisiones que tomemos en esta etapa de crecimiento son las que determinarán el futuro de nuestras empresas y definirán si nos convertiremos en la empresa multinacional que siempre hemos querido ser para cumplir el sueño de trascender generaciones, o ser aquella corporación que será adquirida por alguna otra de mayor visión. Muchas empresas guatemaltecas están en esta etapa y los insto a que no pierdan el sueño de tener ese crecimiento extraordinario.

Los motivo a que no tengan miedo de salir de su zona de confort y a que exploren todas las avenidas posibles para lograr ese crecimiento. Se pueden explorar rutas como los mercados de capitales, inversionistas externos y otros mecanismos bancarios como nuevas fuentes de financiamiento. También se pueden considerar fusiones y adquisiciones con organizaciones que complementen y sumen valor, en términos de competencias operativas, acceso a mercados adicionales u otros aportes que agreguen valor para el futuro de sus generaciones.

Con este enfoque y visión, no solo hablo de grandes compañías, pues aplica también para aquellas tiendas pequeñas que se pueden asociar con otras para hacer una gran cadena y productores pequeños que se unen para lograr mayor volumen y acceder a mercados más grandes, entre otros. La clave está en tener la voluntad de salir de la zona de confort y atreverse a tomar la decisión que nos llevará a la ruta del éxito. Como mencioné al inicio, el éxito es una decisión, así que atrévete a elegirlo.