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Entre las películas de Disney tal vez la más triste, que junto a Dumbo hizo llorar a millones de niños, está sin dudas Bambi, la historia de un pequeño ciervito cuya madre es asesinada.
Bambi, el filme de animación de David Hand, inspirada en el libro de Felix Salten, tuvo un camino difícil antes de llegar a los cines. Estrenada en los cines el 13 de agosto de 1942, tuvo su premier el 8 agosto en Reino Unido, hace exactamente 80 años.
El que sugirió la idea de trasladar al cine el libro de Salten, según algunas fuentes, fue el notable escritor alemán Thomas Mann, quien conoció a Walt Disney durante su viaje a Estados Unidos en julio de 1935 donde ambos recibieron un doctorado honoris causa de la Universidad de Harvard el mismo día.
Mann era un admirador de las obras de Salten, pero parece que habló de él con Walt Disney no sólo por motivos artísticos. Salten vivía en malas condiciones económicas y la venta de los derechos de la adaptación cinematográfica de la novela lo habría ayudado. Tras comprar los derechos de autor en 1937, Walt Disney le dio a los guionistas Perce Pearce y Larry Morey la tarea de convertir la novela en un guion cinematográfico.
El trabajo avanzó lentamente porque al mismo tiempo Disney había puesto en producción a Pinocho y Fantasía que se iniciaron después de Bambi, pero tuvieron una producción mucho más rápida y lograron concluirse y distribuirse antes en las salas. El guion de Pearce y Morey es fiel a la obra de Salten, escrito para un público adulto y por tanto lleno de momentos dramáticos, con el antropomorfismo de los animales reducido al mínimo, aspecto que también permanecerá en la película.
La producción de la película comenzó a fines de 1939, después de varias semanas de estudios en los bosques de Vermont y Maine, para fotografiar ciervos y cervatillos.
