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La salud de Jhoswar Ruiz, el conscripto que perdió una pierna tras una explosión de granada, aún es grave, según dijo ayer Eduardo Mérida, el abogado de la familia del joven soldado. Después de cuatro días del hecho, la Séptima División del Ejército autorizó el ingreso de la Fiscalía e investigador al Regimiento Mariscal Juana Azurduy del municipio de Colomi.
Agregó que el conscripto necesita ser sometido a varias intervenciones quirúrgicas y que la pierna derecha estaría afectada y necesita injerto de piel, además de cuidados especializados. El pómulo derecho del soldado estaría totalmente destrozado, advirtió que se trata de un caso muy relevante.
Ayer en horas de la mañana, la familia de Ruiz denunció que las Fuerzas Armadas no colaboraron con la investigación ni brindaron ningún tipo de información. Sin embargo, en horas de la tarde, el comandante de la Séptima División, Nelson Ramírez, confirmó que autorizó el ingreso al recinto militar.
“Si el Comandante de la Séptima División no hubiera permitido el ingreso de los peritos de la Policía y del Ministerio Público al recinto militar, hubiéramos recurrido inmediatamente al Defensor del Pueblo del país para que nos permitan ingresar, porque parece que aquí existe la intención de procesar el hecho en el régimen disciplinario interno de las Fuerzas Armadas, porque el delito ocurrió en un recinto militar. A eso quieren apuntar y no lo vamos a permitir”, dijo el abogado Mérida.
Otra denuncia de la familia del conscripto tiene que ver con quién ordenó la amputación de la pierna de Jhoswar. El abogado dijo que existe ocultismo con relación a que un coronel del ejército autorizó el procedimiento médico.
El jurista indicó que “ha sido un coronel que no quieren decir el nombre, no quieren dar datos, pero es quien ha firmado la orden para amputar la pierna del joven, y cuando su mamá llega a la clínica privada a las 17:00, la pierna ya estaba abajo”.
